El 23 de febrero de 2010 la tiranía castrista creyó que finalmente había acabado con la vida de un albañil intransigente que, a pesar de los castigos y las golpizas en prisión insistía en su rebeldía. Dominados por el racismo y la estupidez no se dieron cuenta de que con el crimen, Orlando Zapata Tamayo, viviría para la inmortalidad.
Hasta ese momento a OZT lo conocían sus amigos de Santiago, donde nació; sus compañeros de estudio de secundaria y los que se hicieron albañiles junto a él. Había ganado la admiración de los presos por las cárceles por donde pasó y sabían de él unos cuantos activistas de la oposición democrática.
Orlando era un joven cristiano, humilde, discreto, valiente y resuelto. Desde muy temprano comenzó su enfrentamiento contra la tiranía. Cumplía sus condenas predicando el Evangelio Cristiano y lo que llamaba el Evangelio de la Libertad: “Como Cristo, tenemos que estar dispuestos a morir por la libertad”.
Condenado y recondenado en simulacro de juicios por su constante rebeldía, Orlando insistía en denunciar en voz alta los abusos contra otros presos y la falta de derechos en nuestro país. A los tres años iniciales se sumaron otras condenas hasta pasar de 30 años. Orlando nunca se doblegó.
No se consideraba un predestinado ni buscaba un liderazgo. Un ejemplo en esta época de tantas pretensiones. El 18 de mayo del 2004, en una de las parodias de juicio comenzó su alegato como: “Mi pequeña defensa contra el régimen de dinastía del dictador Fidel Castro y su hermano Raúl”.
Nuestro compañero, Ricardo Medina Salabarría, compartió con él en la prisión de Taco Taco en Pinar el Rio y fue testigo de dos golpizas brutales: “Lo tenían desnudo y encadenado, lo golpearon hasta dejarlo inconsciente”.
Cuando el CID fundó su delegación en Banes, el domingo 3 de octubre de 2010, la familia Zapata Tamayo nos honró invitándonos a que el acto se celebrara en su casa, en el mismo lugar donde había sido velado el mártir. Allí fue electo delegado el ex preso político Ingeniero Daniel Mesa Cantillo, hoy Presidente Nacional del CID y vecino y amigo de la familia en ese pueblo oriental.
Orlando Zapata Tamayo nació de una mujer indomable. Cuando su hijo iba camino a la muerte, pedía ayuda desesperadamente. Es una lástima que las máximas autoridades de la Iglesia Católica en Cuba, que luego intercedieron para tramitar la libertad de un grupo de presos políticos, con que lo que el régimen trató de lavarse la cara por el asesinato de OZT, no hubieran intentado salvarle la vida.
Quienes estuvieron junto a Reina fueron las Damas de Blanco con Laura Pollán al frente, quien luego misteriosamente también pagaría con su vida su heroismo y su compromiso con la causa de la democracia.
En un día inolvidable como hoy, y motivo de orgullo para los cubanos demócratas, el Partido Cuba Independiente y Democrática le hace llegar a nuestra Presidenta de Honor, Reina Tamayo Danger y a su familia, el más sincero sentimiento de amor y solidaridad de parte de todos sus activistas y simpatizantes.
¡Zapata Vive!
Patria, Pueblo y Libertad
Por el Comité Ejecutivo Nacional:
Comandante Huber Matos Benítez, Ingeniero Daniel Mesa Cantillo, Katia Sonia Martín Veliz, Ricardo Medina Salabarría, Abdel Rodríguez Arteaga, Irel Gómez Moreira, Nivardo Amelo Ramírez, Ubaldo León León, Laura Labrada Pollan, Rolando Pupo Carralero
La Habana 23 de febrero de 2012
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