PRECIOS TOPADOS, CRISIS DE FIN DE AÑO Y UN 2023 DE PENURIAS

 

Terminado el año 2022 y la crisis alimentaria en Cuba se intensifica, a pesar de los disimiles experimentos y regulaciones en el sector agrícola, entre ellos el tope de los precios a los productos que se comercializan a la población.

 

A partir de noviembre en muchas provincias del país se establecieron nuevos precios minoristas de renglones agropecuarios, aprobados por los respectivos gobiernos y el del Poder Popular.

 

El 19 de noviembre en Cienfuegos se readecuó las tarifas anteriores mediante la Resolución 145 del 17 de noviembre, resaltando que “los nuevos precios máximos son de obligatorio cumplimiento por todas las personas naturales y jurídicas con autorizo para la comercialización de productos agrícolas, con excepción de los trabajadores por cuenta propia que disponen de licencia para la venta de ambulatoria, quienes podrán incrementarlos solo hasta un 30 por ciento atendiendo al servicio que prestan”.

 

Según explicó a la prensa estatal Raúl Gonzales Quintana, Jefe del Grupo de funcionamiento interno y asesoría jurídica del Gobierno Provincial, “los precios establecidos en la Resolución 129 de 2022 para los frijoles negros y colorados, a 70 y 75 pesos la libra, respectivamente, mantienen plena vigencia”.

 

La normativa dispuesta aclara que los Consejos de la Administración de los municipios pueden definir tarifas inferiores para tales productos y acordar otras para aquellos que no estén regulados, en correspondencia con las características socioeconómicas de sus territorios.

 

El anexo de la Resoluciónn145 regula los precios máximos de ventas minoristas de los productos agropecuarios para la venta liberada a la población par la provincia de Cienfuegos. Boniato 6 pesos la libra, plátano vianda 15 pesos, plátano burro 7 pesos, plátano fruta 9 pesos, Yuca 6 pesos, calabaza 6 pesos, guayaba 15 pesos, fruta bomba verde 6 pesos, fruta bomba rallona 9 pesos, maíz tierno 5 pesos, harina de maíz 30 pesos y el arroz consumo 45 pesos.

 

Pero los precios topados o referenciales no bastan para regular la larga cadena de comercialización que va desde el surco hasta la mesa familiar. En la provincia Granma el gobernador Francisco Escribano Cruz dio a conocer en el periódico La Demajagua la decisión del Comité de Contratación y Concertación de Precios del territorio, de aprobar algunos límites máximos sobre la base de la oferta y la demanda.

 

“Los precios que excedan los limites referenciales aprobados se consideran abusivos o especulativos, y quienes violen la actual regulación serán notificados con multas de hasta 10,000 pesos y la suspensión de la licencia de trabajador no estatal, para las personas naturales, y de la licencia comercial para las personas jurídicas”, apuntó el gobernador Escribano.

 

Sin embargo se conoce por experiencias anteriores con este tipo de medidas, que de lo regulado por el gobierno a la tarima del agromercado inciden muchos factores y participan intermediarios que encarecen el precio de los productos. Otro ejemplo es el de Pinar del Rio, donde el Comité Provincial de Contratación aprobó el topado de los precios a los productos agrícolas, e incluye a entidades, mercados de oferta y demanda, organológicos y carretilleros.

 

El Gobierno Provincial estableció que este topado de precios será cotejado cada tres meses, según las cosechas y periodos del año de cara a la protección de la población.

 

El acuerdo No 52 de esa instancia administrativa regula los precios máximos durante el mes de diciembre de la siguiente manera: yuca 19 pesos la libra, Boniato 12 pesos, malanga 50 pesos, tomate 50 pesos, arroz 37 pesos, frijol 90 pesos, plátano fruta 8 pesos, plátano vianda 9 pesos, pepino 15 pesos, lechuga 15 pesos y col 20 pesos.

 

En Artemisa el gobernador provincial emitió igualmente un listado de precios aprobados para el periodo de noviembre de 2022 hasta igual fecha del 2023, para compras al productor y precios minoristas de la siguiente manera:

 

Boniato 600 pesos el quintal al productor y 8 pesos la libra para la venta minorista, malanga 4000 el qq y 45 pesos, yuca 600 pesos el qq y 8 pesos, plátano vianda 800 pesos el qq y 10 pesos, plátano burro 600 pesos el qq y 8 pesos, tomate consumo 2500 pesos el qq y 30 pesos venta minorista, calabaza 400 pesos el qq y 6 pesos, berenjena 400 pesos el qq y 6 pesos, acelga 400 pesos el qq y 6 pesos, remolacha sin rama 1000 pesos el qq 15 pesos la libra, ajo fuera de época 24 000 pesos el qq y 245 pesos la libra, cebolla blanca seca 15000 pesos el qq y 200 pesos en la venta minorista.

 

Topar los precios es una estrategia utilizada por el gobierno para detener la inflación y el escándalo de los precios a los bolsillos de los cubanos. Todas las provincias del país la han establecidos excepto en La Habana, entrevistas a carretilleros y dueños de agromercados corroboraron el caos existente.

 

Tito, un carretillero de Jaimanitas, expreso que no han topado los precios pero los inspectores les han orientado ser un poco flexibles y no subir tanto la tarifa para que no surjan protestas entre los consumidores.

 

“Nos han dicho que aflojemos un poco, pero es imposible. Los productos vienen ya desde el campo con un precio altísimo, y es comprensible por el elevado costo de las semillas, los fertilizantes y el pago de acopio, luego vienen los intermediarios y el asunto del transporte, que encarece aún más la mercancía. Nosotros para obtener ganancia subimos la parada. Sabemos que al final quien sufre es el pueblo y somos nosotros quienes le damos la cara a la gente y quedamos como los malos de la película, es injusto porque estamos sobreviviendo. Nada más”, expresa el  carretillero.

 

Yuri San Román, dueño de un punto de venta de productos agrícolas de Santa Fe, confirma que en La Habana no se han topado los precios y dice que es imposible hacerlo.

 

“La capital tiene sus características propias. Si topan los precios no tenemos ganancias y dejamos de trabajar. Una vez lo intentaron y no les dio resultados. Los inspectores del Poder Popular lo saben y solo nos piden que suavicemos la tablilla de precios, algo que es una quimera”, expone Yuri.

 

La crisis económica se agudiza y el fin de año ha sido uno de los más tristes y más caros de la historia contemporánea. El 2023 será otro año de penurias donde ni el topaje de los precios aliviará la vida de la familia cubana.

 

Por Yunia Figueredo, delegada del CID en Jaimanitas

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