El Putin terrorista está a la vista

El ex agente de la KGB en los tiempos de URSS y ahora dictador de Rusia, Vladimir Putin, ha cometido un  error del que no se repondrá  fácilmente: dio orden la de asesinar con un gas venenoso a un padre y una hija rusos que viven en Inglaterra.  Si fuese un hecho aislado la diplomacia occidental lo olvidaría pero no es así.  Unos días después otro ciudadano ruso, tambien en Inglaterra y también enemigo de Putin, murió aparentemente estrangulado. La lista de víctimas no se limita a estos casos, en 2006 agentes rusos asesinaron con una sustancia radioactiva a otro ruso anti Putin.  Para las autoridades inglesas no quedo duda de quien y de donde vino las orden.  En 2013 el extraño suicidio de otro de sus enemigos, el magnate  Boris Berezovski, se agrega a las acciones de Putin en Inglatera.  Estos sucesos se suman las muertes de periodistas y enemigos políticos de Putin en Rusia, a la invasión de Ucrania y a los crímenes contra civiles en Siria, en los cuales las tropas rusas tienen una responsabilidad directa. El Putin terrorista está a la vista.  ¿Por qué estas acciones que le quitan la careta de autócrata para dejarlo al descubierto como lo que siempre ha sido, un agente represivo y terrorista? Porque los hombres con poder se equivocan con más facilidad de lo que uno pudiera imaginar.

Para nuestros lectores en Cuba, La Nueva República, edición 222 B,  pone a su disposición información sobre algunos de estos hechos.

Rusia es culpable del atentado

Agence France Presse. La primera ministra británica Theresa May anunció el miércoles 14 de marzo la expulsión de 23 diplomáticos rusos y la suspensión de contactos bilaterales con Moscú en respuesta al atentado contra un ex espía ruso, perpetrado en suelo inglés y con armas químicas. Rusia «es culpable» del atentado, dijo May en el Parlamento tras cumplirse el ultimátum que Londres había dado a Moscú para explicarse y antes de anunciar la expulsión de «23 diplomáticos rusos identificados como agentes de inteligencia no declarados», que tienen una semana para irse. La primera ministra británica, Theresa May, respondió así al intento de asesinato con un gas nervioso del ex coronel Serguéi Skripal, de 66 años, y su hija Yulia, de 33, que se debaten entre la vida y la muerte diez días después del atentado en Salisbury, Inglaterra.

Además, May suspendió los contactos bilaterales de alto nivel, incluyendo una visita prevista del ministro del Exterior ruso Serguéi Lavrov y toda representación diplomática británica en el Mundial de fútbol Rusia-2018. «No habrá asistencia de ministros ni de miembros de la familia real al mundial de Rusia», afirmó. May culpó al presidente ruso Vladimir Putin del deterioro de las relaciones. «Muchos de nosotros miramos a la Rusia post-soviética con esperanza. Queríamos una mejor relación y es trágico que el presidente Putin haya elegido actuar así», dijo May en el Parlamento.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, dijo que el uso de gas nervioso en el atentado es «inaceptable».  En una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU en Nueva York, celebrada a petición del Reino Unido, Estados Unidos mostró su firme apoyo a Gran Bretaña. «Estados Unidos cree que Rusia es responsable del ataque de dos personas en el Reino Unido, usando un gas nervioso de grado militar», declaró la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, durante la reunión.  Al igual que Estados Unidos, el embajador de Francia, François Delattre, expresó durante la reunión el «respaldo pleno» y «completa solidaridad de Francia» con el Reino Unido, aunque no señaló directamente a Moscú. Por su parte, la Casa Blanca también emitió un comunicado expresando su solidaridad con su «aliado más cercano» y asegurando que el incidente «encaja con un patrón de comportamiento según el cual Rusia ignora el reglamento internacional, socava la soberanía y la seguridad de países de todo el mundo e intenta subvertir y desacreditar a las instituciones y los procesos democráticos occidentales». Previamente, el presidente estadounidense Donald Trump declaró que Rusia debe proporcionar explicaciones «inequívocas» sobre el ataque, en particular sobre «cómo esta arma química», conocida como Novichok, «desarrollada en Rusia, fue utilizada en Reino Unido».

Otro ruso asesinado días después

La crisis entre Moscú y Londres podría agravarse tras la muerte de otro exiliado, Nikolái Glushkov, de 69 años, que fue ha-llado muerto en su domicilio este lunes 12 de marzo, en New Malden un suburbio de Londres. Glushkov (izquierda) parece haber muerto por estrangulamiento. El era cercano al millonario Boris Berezovski, (derecho)  un enemigo de Putin que también murió en circunstancias misteriosas en el 2013 en Inglaterra.

“No tengo dudas, fue Putin”

Vil Mirzayanov, científico ruso que ayudó a desarrollar el gas venenoso, dijo que «solamente los rusos» fa-bricaron el potente gas nervioso «Novichok», usado en el atentado.  «Lo tenían y siguen teniéndolo en secreto», explicó Mirzayanov, quien vive en Estados Unidos.  Dice que las dos víctimas, padre e hija, morirán o saldrán muy maltrechos del contacto con esta sustancia. El no tiene la menor duda de que Vladimir Putin fue el res-ponsable del atentado porque Rusia mantiene un control estricto del Novichok. Es un gas muy complicado para poder manipularlo.

Otro asesinato de Putin en Inglaterra

 Diez años después la investigación pública por la muerte del ex espía ruso Alexander Litvinenko en Londres en el 2006 finalmente concluyó con la identificación de varios culpables. Putin «probablemente aprobó» el asesinato de Alexander Litvinenko, el ex espía ruso envenenado con polonio radioactivo, dijo Sir Robert Owen, el juez a cargo de la investigación.  Agregó que: «Hay indicios que permiten concluir que este fue asesinado por agentes de los servicios de inteligencia ruso en una operación probablemente   aprobada por el presidente Putin». (En la foto antes y despues del envenenamiento)  BBC