Ayer siete de agosto me dirigí al policlínico Mario Gutiérrez Ardaya en Holguín, ya que me encontraba con fiebre alta y me sentía muy mal. Estaba preocupado ya que hay casos confirmados de Sika en el Municipio Holguín.
Al llegar al policlínico, aproximadamente a las 11 p. m., me dijeron el médico no se encontraba en la consulta porque que estaba comiendo. Le dije a las enfermeras que me pusieran el termómetro y me contestaron en mala forma que tenía que esperar para que el médico me lo hiciera.
Pero cuando doy la espalda escuché a una de ellas diciendo que no sabía qué hacía yo allí, yo que tanto criticaba a la potencia médica, que lo que tenía que hacer era irme para los Estados Unidos para que me atendieran mejor.
Me di la vuelta y les dije espero por el bien de todos que lo que yo tengo sea solo una simple gripe. Luego me fui para la casa sin que tan siquiera me comprobaran la temperatura.
Menos mal que los cubanos, empobrecidos y maltratados por el sistema, cada vez más agradecen el esfuerzo que realizamos los defensores de los derechos humanos en Cuba. De ser considerados algo así como locos por desafiar al régimen hoy nos respetan y nos reconocen como los verdaderos defensores del pueblo.
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