El Olenegorsky Gornyak.
El ataque de los ucranianos a este barco en un puerto ruso es una hazaña de audacia y de ingenio, pero su significado verdadero tiene una relevancia considerable en esta guerra, entre lo que se suponía era la segunda fuerza militar del mundo (Rusia) y Ucrania, país a quien ni los Estados Unidos le daba una semana de independencia cuando fue invadida. El siguiente artículo de David Axe, publicado por Forbes pone en contexto la verdadera importancia estratégica de este y otros ataques anteriores contra la flota rusa en el Mar Negro. Infocid
EL ATAQUE NOCTURNO DE UCRANIA CON DRONES DESTROZA UN BUQUE DE GUERRA RUSO Y ENVIA UN MENSAJE AL KREMLIN
David Axe, Personal de Forbes
El despliegue del buque de desembarco de la armada rusa Olenegorsky Gornyak en el Mar Negro en febrero de 2022 fue una de las señales de que Rusia estaba a punto de cumplir sus amenazas de ampliar su guerra contra Ucrania.
Dieciocho meses más tarde, en la noche del jueves o el viernes por la mañana, drones ucranianos cargados de explosivos penetraron a toda velocidad en Novorossiysk, un puerto en el sur de Rusia a solo 70 millas al este de la Crimea ocupada por Rusia, y golpearon a Olenegorsky Gornyak.
El buque de desembarco de 370 pies de clase Ropucha, uno de los 11 buques de desembarco que navegaron con la Flota Rusa del Mar Negro en el primer día de la guerra más amplia, sobrevivió a un impacto directo de al menos uno de los botes de drones de 16 pies hechos a medida de la marina ucraniana y la dirección de seguridad. Pero apenas.
El video del dron, publicado en línea por el gobierno ucraniano, muestra al vehículo de superficie no tripulado de 2.200 libras y gasolina, que los operadores aparentemente controlan a través del satélite Starlink, acercándose a Olenegorsky Gornyak mientras está bajo la cubierta de la oscuridad.
Videos que circularon en medios sociales el viernes por la mañana confirmaron los daños en la nave anfibia: está retratada bajo remolque y a 10 o 20 grados de puerto, clara evidencia de una extensa inundación interna. Cualquier buque de desembarco es en su mayoría espacio vacío: tiene que ser para acomodar tropas y vehículos. Se necesita mucha agua para inundar ese espacio e inducir una lista notable.
A última hora de la mañana del viernes, un remolcador había empujado a Olenegorsky Gornyak a un muelle en Novorossiysk, esencialmente inclinando el buque de desembarco contra el acero y el concreto para que no se hundiera. Olenegorsky Gornyak requerirá reparaciones extensas; en efecto, su guerra ha terminado.
La pérdida de Olenegorsky Gornyak eleva a cuatro el número de buques de guerra importantes de la Flota del Mar Negro que la marina ucraniana ha puesto fuera de acción: el buque de desembarco Saratov, que fue atacado por un misil balístico en marzo de 2022; el crucero Moskva, que fue hundido por un misil antibuque al mes siguiente; el buque de rescate Vasily Bekh, otra víctima de un misil antibuque; y ahora Olenegorsky Gornyak.
Los ucranianos también hundieron o dañaron gravemente varias lanchas patrulleras rusas y naves de desembarco. Los hundimientos son una hazaña notable para una flota que, después de escarbar su única fragata en las primeras horas de la invasión rusa en febrero de 2022, aparentemente sólo le queda un barco grande: un buque de desembarco envejecido que se ha estado escondiendo cerca de la desembocadura del río Dnipro y ocasionalmente lanzando cohetes de corto alcance a las fuerzas rusas.
La armada ucraniana ahora es efectivamente una marina sin barcos, pero no menos peligrosa por su falta de grandes cascos. Entre sus misiles antibuques Neptuno de fabricación local y sus arpones ASM de fabricación occidental, así como sus drones TB-2 armados con misiles y sus botes teledirigidos de ida, la armada ucraniana no solo mantiene a raya a la flota rusa del Mar Negro, sino que también está combatiendo activamente a los 30 grandes barcos supervivientes de la flota rusa.
Los buques de guerra rusos que se encuentran desde Crimea están bajo constante ataque de drones; ahora los barcos en Rusia también están en riesgo. Cuando los buques de guerra rusos abandonan el puerto, lo hacen brevemente, por lo general sólo el tiempo suficiente para lanzar unos pocos misiles de crucero contra ciudades ucranianas.
El Kremlin canceló el mes pasado la Iniciativa Granos del Mar Negro, que tenía 11 meses de existencia y que había permitido a los buques comerciales enviar granos desde puertos ucranianos. Posteriormente, los rusos señalaron que podrían bloquear los envíos de granos; incluso navegaron la corbeta Sergey Kotov hacia el oeste del Mar Negro.
Ese bloqueo resultó ser un engaño. Barcos de granos siguen navegando desde los puertos ucranianos en el delta del río Danubio. El ataque con drones de anoche contra Olenegorsky Gornyak es un recordatorio de por qué los barcos de granos pueden navegar con impunidad: la flota rusa está perdiendo la guerra naval en el Mar Negro. Y la está perdiendo frente a una marina que prácticamente no tiene grandes barcos propios.
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