Querían llevarse a mi hijo y no lo permitimos

En la mañana del 16 de febrero llegaron en autos patrulleros y en una moto un grupo de represores, algunos vestidos de civil y otros de policías, a la casa de mi madre, Mabel Pérez, en la calle Estrada Palma, número 483 en el reparto América Latina. Llevaban una orden de registro pero no dijeron que buscaban, encontraron una vieja turbina de agua de un pozo que nunca se terminó y sin ninguna justificación se la llevaron. Querían llevarse a mi hijo y no lo permitimos.

Al enterarnos Félix y yo de lo que sucedía llegamos a los pocos minutos. Como querían llevarse a Yodani, de 16 años de edad y también miembro de Cuba Independiente y Democrática (CID) como nosotros, les exigimos la razón para querer detenerlo y como no supieron explicarse les advertimos que estaban violando todos sus derechos y que no íbamos a permitir que se lo llevaran. Entonces comenzó una espera que pensábamos eran por refuerzos para llevarnos a todos. Luego por alguna razón decidieron darme una citación para que lo llevará a la 4.a unidad ese mismo día. Cuando me presenté con mi hijo nos dijeron que quien tenía que atenderlo no estaba y me lo llevé para mi casa.

En varias ocasiones mi hijo Yodany Blanco Valido ha sido arrestado golpeado y amenazado con ser sancionado por el delito de peligrosidad predelictiva, incluso le han dicho que le fabricarán un delito y lo llevarían a prisión si no deja la oposición. Además, lo han tratado de convertir en un delator lo que él ha rechazado dignamente.

Mis dos hijos mayores estuvieron tres años en una escuela de conducta, todo como represalia por mi activismo en la oposición. Hoy quiero dejarle claro a los represores y asesinos del régimen que no podrán intimidar a familia ni a mí. Quiero agradecer a todas las delegaciones del CID que en esos momentos nos apoyaron solidariamente. Nuestra postura sigue siendo más fuerte cada día y con la convicción y el legado de nuestro Comandante Huber Matos Benítez. La lucha continúa.