La presión contra la narco dictadura venezolana aumentó significativamente el lunes 23 de septiembre con la decisión de 16 de los 19 estados firmantes del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) que pactaron hacer lo que esté a su alcance para que la democracia regrese a Venezuela. Se comprometieron a identificar, sancionar, capturar y extraditar a dirigentes del gobierno venezolano de Nicolás Maduro, a sus familiares y testaferros, vinculados con actividades ilícitas de lavado de activos, tráfico ilegal de drogas, terrorismo, vinculación a redes de delincuencia organizada transnacional y violación de los derechos humanos. A estas acciones de 16 países de la región se suman las sanciones de los Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea. Sin dudas se intensifica la guerra contra Maduro.
Julio Borges, comisionado presidencial para las relaciones exteriores del presidente interino de Venezuela Juan Guaidó, denunció, en el marco del encuentro, que en Venezuela se encontraban chinos arreglando aviones militares, rusos organizando las tropas venezolanas en la frontera con Colombia, 60 iraníes dando asistencia en reparación y tecnología militar y cubanos en forma permanente, a cargo de la represión, la persecución y el entrenamiento de grupos paramilitares. Venezuela fue reconocida como una amenaza para la región.
Estas medidas tendrán consecuencias en Cuba. El castrismo ha hundido más al pueblo cubano apoyando a Maduro a reprimir a los venezolanos que luchan por la libertad y la democracia.
Artículo de La Nueva República 253-B
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