En el día de ayer miembros del Partido Cuba Independiente y Democrática (CID) en Pinar del Río recogieron alimentos para llevar al preso político y de consciencia Maikel Castillo (Osorbo) que se encuentra en la prisión provincial de Pinar del Río Kilo 5 y medio en el área 1.
El teniente coronel Yusmany Miranda Alonso, segundo jefe del órgano de prisiones, un viejo represor y torturador, conocido por el loco porque siempre está bajos los efectos de psicofármacos fue quien me recibió. Entre cínica y jocosamente me dijo que si yo tenía ganas de volver a la prisión.
Después de dos horas de espera en el salón de visitas hice entrega de la bolsa para Maikel al jefe del área, el mayor Dairot Prieto Gómez que estaba acompañado por el oficial de orden interior. Registraron la ayuda y me comunicaron que se la harían llegar. Les dije bien claro que yo tenía mis propios medios para conocer cuando se la entregarían.
Tuve la amarga experiencia de padecer el sistema penitenciario en Cuba, parte del tiempo en Pinar del Río. Conocí los medios de tortura psicológica que practican los oficiales antes mencionados sin que nadie los pueda controlar. Por eso estoy seguro que el traslado de Maikel Osorbo a este penal no es casual. La cárcel de Pinar del Río es un lugar olvidado fuera de la vista de los familiares. Ahí los reclusos son torturados y golpeados y los fiscales militares encargado de dar seguimiento a estos abusos o no se enteran o se hacen de la vista gorda.
Cuando voy a salir le digo al jefe de área, el mayor Dairot: “Ojo con los abusos, con Maikel va a ser diferente porque vamos a estar pendiente de todo. No te manches las manos de sangre por una persona que está a kilómetros de aquí y tú le estás haciendo el trabajo sucio. Cuando esto cambie no va a valer la justificación de que recibías órdenes y vas a pagar por lo que hagas. Dairot se enfureció y me grito: “fuera y no vengas más”.
A todos los oficiales de la policía y los militares les envío este mensaje: nunca es tarde para hacer lo correcto ponerse en defender el pueblo y la democracia, nunca es tarde todos somos cubanos.
Hago un llamado a la comunidad internacional y observadores de DDHH de tomar medidas de monitoreo de este centro penitenciario.
Por José Rolando Cásares
Coordinador de Relaciones Internacionales del CID.
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