Desde hace varios meses he leído comentarios de muchos latinoamericanos, incluidos de bastantes amigos cubanos de adentro y de afuera, sobre los Estados Unidos, el tema de los emigrantes, el antiamericanismo de los europeos y también sobre la gestión de Trump. Pero las matemáticas no fallan, el gobierno de EE.UU. otorga anualmente 50 mil visas de diversidad permitiendo la residencia permanente. Más los pedidos a ciudadanos y residentes en aras de reunificación familiar. Más las solicitudes y otorgamiento de residencia permanente como asilado o refugiado. Un breve ejercicio aritmético y concluimos que reciben más emigrantes que todos los países europeos juntos.
En los 10 principales aeropuertos de los Estados Unidos se atienden y despachan más de 500 millones de pasajeros cada año. Solamente en Nueva York se atienden 50 millones de pasajeros anuales, de ellos 15 millones internacionales, con un promedio de 50 mil diarios. Todo proceso se lleva a cabo esto empleando 100 mil trabajadores en los Servicios de Inmigración, Aduanales y Fronteras, un 0.0021% de su población de 326 millones de habitantes. Los casos de espionaje, terrorismo, robo y fuga de talento son mínimos por casos tramitados.
Mi primer contacto con este vilipendiado y satanizado país comenzó cuando en mi adolescencia leí del gran Julio Verne un libro llamado “El testamento de un excéntrico”, donde se parodia el juego de la oca, un entretenimiento de mesa antiguo con casillas a recorrer después de lanzar los dados. Durante el relato los jugadores tienen que visitar todos los Estados de la Unión como parte de la competencia. Leyendo aquel libro mis ojos se empezaron a abrir. Posteriormente en la escuela de idiomas de inglés para adultos en que estudié, era obligación conocer y realizar ejercicios y ampliar el vocabulario usando los nombres de las ciudades de EEUU y de Gran Bretaña. Ya el bichito de la duda me estaba molestando porque fui conociendo las bondades y el desarrollo del sistema y de sus ciudadanos.
Cuando estudié Derecho con los buenos profesores pedagogos y polilleros de antes, pude conocer la importancia, la verdadera esencia del sistema y su legado para la humanidad. Por poner un ejemplo, en la Declaración de Derechos de Virginia en 1776 y posteriormente en la Constitución de EEUU en 1787, fue donde por primera vez se proclamaron solemnemente los derechos del hombre. Es la base de los derechos fundamentales garantizados en un documento con rango constitucional, hablándose por primera vez en un mismo texto de: derechos con seguridad jurídica, democracia y derechos de rebelión, debido proceso, juicios por jurados, libertad de expresión, religiosa, a propiedades, entre otros.
Para concluir con la historia, los Estados Unidos derrotaron a Japón en la Segunda Guerra mundial pero lo sacaron de la ruina económica en que había quedado y lo ayudaron a transformarse en una potencia económica mundial y una democracia ejemplar. Cuando Japón se rindió, el presidente de los Estados Unidos, Harry Truman, dio poderes amplísimos al general Douglas MacArthur para que transformara económica y políticamente a Japón. MacArthur, entre otras de sus acciones, llevó a cabo una reforma agraria que convirtió en dueños a tres millones de agricultores por medio de la compra a muy bajo precio a los terratenientes del 38% de la tierra de cultivo del país, desmantelando a su paso el poder político y económico de los latifundistas. También los Estados Unidos dotaron a Japón una moderna constitución democrática.
Después de la Segunda Guerra Mundial los países europeos quedaron devastados y los Estados Unidos implementaron el Plan Marshall, una inversión de 100 billones de dólares a los precios actuales. Un plan que fue la base para el actual desarrollo de los países de la zona que hoy representan una de las mayores economías del planeta.
En la vida hay que ser agradecido y reconocer quién y cuándo te tienden la mano, sino repasar historia y matemáticas. Si es mucho pedir, hacer silencio con lo que no se domina. Como decía Martí: “Ser culto para ser libre”.
Lic. Edilio Hernández.
Artículo de La Nueva República
Sin quitarle los honores a los Estados Unidos en materia de ayuda al desarrollo las cifras citadas de la ayuda deben ser balanceadas por el % del Producto Nacional Bruto que cada país consagra al desarrollo en los países pobres así como por la contribución de cada ciudadano (per capita). Si se tiene en cuenta esas medidas los Estado Unidos no aparecen tan generosos…
Datos de la OCDE (2016)
Donor Total development aid Development aid per capita % DEL PNB
United States
$31.08 billion $95.52 0.15
United Kingdom
$18.70 billion $284.85 0.67
Germany
$17.78 billion $214.73 0.49
France
$9.23 billion $137.35 0.36
Netherlands
$5.81 billion $338.38 0.76
Sin tener en cuenta la Inglaterra, Alemania, Francia y Holanda contribuyen tanto como los Estados Unidos en valor absoluto y su esfuerzo en términos relativos es sin lugar a duda muy superior.