Pinar del Río, Cuba. Corría el mes de octubre de 1959 y la naciente Revolución Cubana liderada por Fidel Castro se prolongaba en el poder a base de mentiras y engaños al pueblo cubano. Era traicionada la promesa del Moncada hecha por el propio Fidel Castro el 16 de octubre de 1953 en su juicio oral de la causa 37. El pueblo cubano había sufrido un espaldarazo por Fidel Castro y las esperanzas de vivir en una sociedad justa y equitativa “Con todos y para el bien de todos” habían muerto. Los cubanos esperaban impaciente que se le diera respuesta al compromiso de que el programa de cambios prometidos se llevaría a cabo por el nuevo gobierno revolucionario dentro de un sistema democrático.
La constitución de 1940 se pondría en efecto una vez que triunfara la Revolución, jugando esta un importante papel dentro de las aspiraciones democráticas del pueblo de Cuba, pero esto no sucedió. Esta Constitución era una de las más avanzadas en el orden social que había en Latinoamérica. Esta constitución daba el derecho a los cubanos de formar partidos políticos, absoluta libertad de asociación, libertad de prensa y garantías a quien triunfara en las elecciones.
Una vez en el poder, lejos de cumplir con su promesa, Fidel Castro dio un giro dictatorial al gobierno revolucionario con el fin de convertirlo en una dictadura totalitaria. Algunos dirigentes revolucionarios, luchadores incansables de la Sierra Maestra, estuvieron en desacuerdo con ese cambio que se consideraba una traición al programa del Movimiento 26 de Julio y al pueblo. Ejemplo de esto fue el Comandante Pedro Luis Díaz Lanz, jefe de la Fuerza Área Revolucionaria quien huyó de Cuba en junio de 1959 y denunció la conspiración comunista de Fidel Castro, Raúl Castro y el Che Guevara, principales artífices de la desgracia que viviría Cuba a partir de ese momento. Manuel Urrutia LLeó, abogado de profesión y presidente del gobierno revolucionario fue obligado a renunciar en julio de ese mismo año 1959.
Después de haber conversado en varias ocasiones con Fidel Castro sobre la necesidad de mantenerse fiel a las promesas democráticas hechas al pueblo cubano y ver que Castro no reaccionaba , el Comandante Huber Matos Benítez, jefe militar de la provincia de Camagüey y líder de la columna # 9 Antonio Guiteras Holmes en la Sierra Maestra le escribió a Fidel Castro el 19 de octubre de 1959 una carta de renuncia pidiéndole su licenciamiento del Ejército Rebelde debido al giro torcido que se le estaba dando al proceso revolucionario triunfante 10 meses antes.
En uno de sus párrafos escribió: “Solo concibo el triunfo de la Revolución contando con un pueblo unido, dispuesto a soportar los mayores sacrificios….porque vienen mil dificultades económicas y políticas…., y ese pueblo unido y combativo no se logra ni se sostiene si no es a base de un programa que satisfaga parejamente sus intereses y sentimientos, y de una dirigencia que capte la problemática cubana en su justa dimensión y no como cuestión de tendencia de luchas ni grupos”.
Dos días después, el 21 de octubre, el Comandante Huber Matos Benítez fue arrestado debido a sus divergencias ideológicas con la política de Fidel Castro, lo que precipitó su arresto arbitrario. Dentro de las filas revolucionarias otros oficiales de menor y mayor rango estaban muy preocupados por los pasos de Fidel Castro contrarios a las promesas de restablecer la democracia en Cuba tan pronto triunfara la Revolución.
El Comandante Camilo Cienfuegos, el más popular de todos los comandantes y amigo personal del Comandante Huber Matos Benítez con quien lo unía una estrecha amistad desde los días de la Sierra; era uno de los que estaba en total desacuerdo con la traición de Fidel Castro. Camilo y Huber compartían los mismos ideales y mantenían una posición contraria al régimen comunista.
El destino de Cuba estaba en juego, la desgracia aguardaba a nuestra patria. Se traicionaban los ideales democráticos por los que se había luchado en las montañas de la Sierra Maestra y en las ciudades, para encadenar al pueblo con una nueva dictadura que le diera el poder de por vida a Fidel Castro.
Huber Matos Benítez percibió el peligro que traería consigo una dictadura comunista en Cuba; estaba convencido que el comunismo serviría para esclavizar al pueblo y traería un desastre económico al país. Alzó su voz a favor de la libertad, la democracia y en defensa de los desposeídos y los marginados. Por denunciar que la Revolución se desviaba hacia una dictadura comunista, Huber Matos fue sometido a un juicio sumario y encarcelado injustamente durante veinte años en las mazmorras del régimen, donde estuvo sujeto a torturas, tratos crueles, degradantes e inhumanos.
El Comandante de la Libertad y la dignidad, cumplió esta injusta sentencia hasta el último día en permanente rebeldía, sin beneficio carcelario alguno. El Comandante Huber Matos Benítez como visionario del futuro y fiel a sus principios le requirió a Fidel Castro “¿Si se quiere que la Revolución triunfe, dígase adonde vamos y cómo vamos? “.
Por: Roberto Blanco Gil, Delegado del Comité Ciudadano Contra los Malos Tratos (CID)
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