El 13 de octubre le suspendieron la visita al pastor Lorenzo Rosales Fajardo, incluyendo la jaba con comida que la esposa le llevaba. En el mes de noviembre también le negaron la visita y la entrega de comida. Esas acciones contra él se deben a su decisión de no ceder a ningún chantaje de la dictadura.
Al pastor Fajardo lo tienen en un régimen de máxima severidad en la cárcel de Boniato, en Santiago de Cuba. Lo cambian de galera con frecuencia y lo mezclan con gente peligrosa para provocarle dificultades.
Fue condenado a siete años de prisión por haber participado pacíficamente en las protestas del 11 de julio de 2021 (11J) en las cuales concurrieron miles de cubanos a lo largo y ancho de la Isla.
Hasta ahora todas las gestiones que se han hecho desde el exterior a favor de su libertad, que incluyen varios miles de firmas, no han logrado ninguna reacción positiva de la dictadura.
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Esto tiene que cambiar
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