Sergio Alejandro
Para los que dicen que Cuba es una potencia médica les cuento mi historia:
El sábado 3 de marzo de 2017, alrededor de las 10:00 AM me presenté en el policlínico de mi localidad “Isidro de Armas” del municipio San Juan y Martínez de la provincia de Pinar del Río, para llevar a mi hijastro Sergio Alejandro, ya que se cayó y tenía mucho dolor en el brazo derecho. Allí lo atendió el médico que estaba de guardia y de inmediato se le mando a efectuar una placa de rayos X. Ese día tuve suerte, porque nunca es así, porque el equipo estaba funcionando y so pude hacer la placa. Volví adonde el médico que diagnosticó una pequeña rotura en el pulgar y me envió a otro departamento para que le enyesaran el brazo.
Al llegar, me encontré que el personal autorizado no se encontraba en su puesto de trabajo y me senté a esperar. Al cabo de las tres horas cuando ya estaba cansado de esperar y el niño continuaba con un dolor intenso, decidí dirigirme hacia la dirección del hospital y me queje directamente a su director, el cual realizo varias llamadas y me informó que ya el técnico me atendería de inmediato.
Volví a sentarme frente a la consulta y después de dos largas horas de espera y viendo como el niño se desesperaba, decidí ir directamente a la sede del Partido Comunista para plantearle la situación directamente a la primera secretaria del Partido. Allí y después de mucho batallar para que me atendieran, se presentó un enviado, con la excusa que la primera secretaria estaba muy ocupada en una “reunión muy importante”. Ante mi enérgica queja la primera respuesta del “papagayo” fue “no te quejes tanto que Cuba es una potencia médica y la salud pública es una de las mejores del mundo, además te van a atender y no tienes que pagar un kilo”.
A tan descarada respuesta, entramos en debate hasta que el niño me interrumpió y me dijo “Tío vámonos de aquí que te van a meter preso y va hacer peor”. Indignado regresé para el policlínico y a las 8:00 de la noche fue que apareció un técnico y le pudo enyesar el brazo a mi hijastro.
Esta es la salud publica en Cuba, un espejismo que el régimen utiliza para engañar al resto del mundo y ganar simpatizantes. Todo es una gran mentira y manipulación, donde los valores humanos han quedado atrás y lo único que importa es sobrevivir a un sistema que esclaviza y viola todos los derechos del ser humano.
Por Yusniel Pupo Carralero. Presidente del Comité de Campesinos Libres del CID y Defensor del Pueblo.
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