No hay que dudar de la buena fe del actual gobierno de los Estados Unidos cuando expresa su intención de que otros pueblos vivan en libertad. Donald Trump, el libertador, no es una idea descabellada. Hay también otros intereses en la ecuación libertadora: La importancia de un legado posible y más votos en una reelección. Las crisis en Cuba, Nicaragua y Venezuela representan la oportunidad histórica para que el actual presidente de los Estados Unidos contribuya en forma significativa, o casi decisiva, en la democratización de estos tres países. Tal escenario representa prestigio y votos. Prestigio porque los pueblos latinoamericanos tendrían que reconocer la participación positiva y repito decisiva de Donald Trump por un cambio favorable en la vida de esos pueblos. Votos porque los votantes cubano americanos en los Estados Unidos seguramente en forma mayoritaria votarían por la reelección de Trump y un porcentaje del voto latino en ese país, simpatizantes en su mayoría del Partido Demócrata, podría inclinarse a favorecer a Trump. También el resto del mundo democrático tendría que reconocerse ese legado positivo de Trump. Igual tendrán que reconocerle si logra que la dictadura de Corea del Norte cese en su propósito de hacerse de un armamento nuclear que pondría en peligro a muchos países, incluso a los Estados Unidos. Es en este contexto que reproducimos las declaraciones del vicepresidente de los Estados Unidos en el día de ayer.
Washington, mayo 2 (EFE).- El vicepresidente de EE.UU., Mike Pence, denunció hoy la reciente «represión» de las protestas en Nicaragua y dijo que el Gobierno de Donald Trump se mantendrá firme ante los «opresores» en ese país centroamericano, en Cuba y en Venezuela para promover la «libertad» en el continente.
Pence se pronunció así en una ceremonia formal de jura del cargo del nuevo embajador estadounidense ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Carlos Trujillo, celebrada en la Casa Blanca.
«En las últimas semanas, el Gobierno de Nicaragua ha reprimido brutalmente a su propio pueblo por alzar sus voces en protestas pacíficas», afirmó Pence.
Nicaragua atraviesa una crisis que hoy cumple 15 días debido a multitudinarias manifestaciones en contra del Gobierno de Daniel Ortega, que se iniciaron para rechazar una reforma de la seguridad social y en las que se han registrado al menos 43 muertes.
«En Cuba, puede que el nombre de los Castro se esté debilitando, pero su legado de tiranía sigue vivo y se aferra a ese país como una nube, oscureciendo el futuro de todos aquellos que llaman hogar a esa isla», continuó Pence.
«Y en Venezuela, bajo el mandato del dictador Nicolás Maduro, lo que era una próspera democracia se ha desintegrado hasta convertirse en una dictadura, y lo que una vez fue quizá la nación más próspera de Sudamérica se ha convertido en una de las más pobres», agregó.
El vicepresidente estadounidense citó esos tres países como aquellos en los que aún queda «trabajo por hacer» para cumplir con el objetivo del Gobierno de Trump de «garantizar que éste es un continente de libertad».
«Estaremos del lado de todos los que aspiran a la libertad, y nos enfrentaremos a sus opresores», prometió Pence.
Trujillo, un ex congresista estatal de Florida, recordó en el acto que sus abuelos emigraron desde Cuba a Estados Unidos, y se mostró orgulloso de trabajar para un Gobierno que «siempre defenderá los derechos humanos» y la democracia.
«Trabajaré diligentemente con decisión y nunca pararé hasta que Venezuela, Cuba, Nicaragua y el continente americano sea libre y pueda disfrutar de las libertades y democracias que apreciamos», afirmó Trujillo.
El embajador ante la OEA, de 35 años, fue confirmado para ese cargo por el Senado estadounidense a finales de marzo y a mediados de abril viajó a Lima para participar en la Cumbre de las Américas como parte de la delegación de EE.UU., encabezada por Pence.
El vicepresidente estadounidense, que tiene previsto ofrecer un discurso en la sede de la OEA el próximo lunes, defendió la importancia de ese foro para fortalecer la «seguridad y prosperidad» en el continente, además de para «erradicar la corrupción».
«Su papel es de importancia vital para la vida de nuestro país, nuestro continente y el mundo», le dijo Pence a Trujillo, que juró su cargo acompañado de su esposa, Carmen, y sus cuatro hijos pequeños. EFE
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