Los soldados heroicos médicos cubanos que todo lo pueden contra el virus en Italia, Francia, etc., acaban de cometer la mayor estupidez que se pueda imaginar en las circunstancias actuales. Una niña fue ingresada en el Hospital Pediátrico Centro Habana con un derrame cerebral. No se le hizo ninguna prueba para determinar si estaba contagiada por el virus de la pandemia china. Cuando se dieron cuenta era muy tarde y tuvieron que aislar a 17 miembros del personal sanitario que tuvo contacto con la niña. Ahora los demás niños se han quedado sin poder ser atendidos por culpa de una mala gestión de la epidemia.
Información de La Nueva República
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