Un paso en falso de “Raúl Maduro” en Venezuela

Por |2017-04-01T14:32:00-06:001 abril, 2017|Varios|Sin comentarios
San José, Costa Rica, viernes, 31 de marzo de 2017.  Ante las exigencias
de la mayoría de los países miembros de la OEA de discutir la crisis en
Venezuela en el contexto de la Carta Democrática Interamericana de ese
organismo,  el gobierno títere de Nicolás
Maduro dio un paso que no podía haber tomado sin el apoyo y seguramente la
iniciativa de su tutor de turno, Raúl Castro: el de deslegitimar los poderes de
la Asamblea Nacional con un pronunciamiento del Tribunal Supremo de Justicia
que la sustituía en sus competencias.
Ante tal acción, la
reacción de condena  de la comunidad
internacional ha sido generalizada, intensa y definitiva: denuncian
sorprendidos el golpe de estado en Venezuela. 
El castro-chavismo, que ante la iniciativa de la OEA pudo seguir
alegando intervención en los asuntos internos y acusar a los Estados Unidos de
manipulación, proporcionó al Secretario General de la OEA, Luis Almagro y a la
oposición venezolana, la prueba irrefutable de que ese régimen nunca tuvo la
intención y tampoco la tiene, de buscar una salida negociada o electoral a la
crisis.  Si hubieran sido más
inteligentes el binomio “Raúl Maduro” podía haber esperado una acción más
decisiva de la OEA para retirarse del organismo y entonces lanzarse contra la
oposición venezolana incluyendo la Asamblea Nacional.
Pero apretaron el
gatillo a destiempo y apuntaron mal.  A
quienes todavía apoyan a Maduro, dentro y fuera de Venezuela, les debe haber
caído como un balde de agua fría.  Las
declaraciones de la Fiscal General de la Republica, Luisa Ortega Díaz,
condenando la ruptura constitucional, parecen ser una señal de desacuerdo entre
los chavistas por este mal paso.  Hasta
el presidente colombiano, que se ha cuidado mucho de no mortificar a “Raúl
Maduro», se ha pronunciado contra el golpe de estado y la cancillería del
gobierno de Rafael Correa ha salido con la pamplina de hablar del diálogo como
vía de solución.  Ha sido la cancillería
porque Correa se ha quedado muy calladito: «Ante los hechos suscitados en
los últimos días en la República Bolivariana de Venezuela, que evidencian una
profunda fractura entre el Gobierno y la oposición y un impasse entre poderes
del Estado, el Gobierno del Ecuador reitera su posición a favor del
diálogo».
Al deslegitimar la
Asamblea Nacional, el castro-chavismo ha hecho una declaración de guerra contra
el pueblo venezolano, la oposición y la comunidad democrática internacional. No
debía haber sido una sorpresa para nadie porque el domingo 5 de este mes,
durante la XIV cumbre de la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra
América (ALBA), que se celebró en Caracas, Raúl Castro declaró que: «En
Venezuela se libra hoy la batalla decisiva por la soberanía, la emancipación,
la integración, y el desarrollo de nuestra América» y ratificó «el
compromiso asumido en nuestra declaración de acompañar la defensa de Venezuela
y la posición digna, valiente, y constructiva del presidente Nicolás
Maduro».
En realidad lo que
se libra en Venezuela es la supervivencia de la dictadura castrista en Cuba y
la de los corruptos y narcotraficantes que dominan el estado venezolano.  La comunidad internacional  cometería una gran injusticia y un gran error
en no incluir en su estrategia el hecho de que ambos regímenes, el de Cuba y el
de Venezuela, son una mafia sin escrúpulos que debe ser desarticulada como una
unidad.  Dejar en manos del desarmado
pueblo venezolano y del igualmente desarmado pueblo cubano semejante tarea
sería un error imperdonable cuyas consecuencias tendrán que pagarse tarde o
temprano.
Por Huber Matos
Araluce

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