¿Y POR QUÉ NOSOTROS NO?

Por |2021-12-20T11:07:46-06:0020 diciembre, 2021|Internacional, La Nueva República, Represión|Sin comentarios

Javier Lafuente

En el resumen sobre Latinoamérica de Javier Lafuente, subdirector de la edición AMÉRICA del prestigioso diario español EL PAĺS, Lafuente incluye algunas observaciones sobre Cuba y el creciente y manifiesto descontento de su población.  La influencia de este diario es considerable porque es leído por 65 millones de personas en el mundo. Que un periódico de esa talla en español considere al régimen castrista como una dictadura anquilosada ante un pueblo, en especial una juventud que se pregunta ¿Y POR QUÉ NOSOSTROS NO?, es de una importancia capital en la lucha por la democracia en Cuba. Gracias señor Lafuente por su objetividad, que más puede pedirse de un verdadero periodista.

 

Latinoamérica, región incandescente por Javier Lafuente

México diciembre 18 de 2021

 

1 de mayo: el presidente de Colombia, Iván Duque, saca a los militares para aplacar las protestas contra su reforma tributaria. Día 11 de julio: en el pequeño poblado habanero de San Antonio de los Baños, cientos de personas se echan a la calle para protestar por los largos apagones de electricidad. Todo el año: Daniel Ortega intensifica la represión contra sus críticos, encarcela opositores, persigue periodistas, evita que cualquiera que le haga frente pueda participar en unas elecciones que no son sino una farsa. Las fechas y los sucesos corresponden a este año que acaba, pero pudieron haber sido del pasado, del anterior, y no hay que descartar que en 2022 se vuelvan a repetir. Si hay una región imprevisible en el mundo, esa es América Latina, donde, al mismo tiempo, reside la certeza de que la inconformidad se abre paso en las calles de forma inapelable.

 

De sur a norte, con el permiso de México, la paz social es una quimera y la incandescencia recorre el territorio. Ni siquiera Cuba, la isla anestesiada por décadas de control castrista, ha sido ajena a las exigencias de cambio por parte de sus habitantes, sobre todo los más jóvenes, que, lejos de las izquierdas y las derechas, lo que reclaman es un porvenir. El que han visto en otros países, en todo el mundo, a través de sus teléfonos móviles y que les hace pensar casi al unísono: ¿y por qué nosotros no? Es una de las explicaciones con las que se entendió ese domingo de julio en el que unas protestas a priori aisladas devinieron en las mayores que se recuerdan en la isla desde principios de los noventa, durante el llamado Periodo Especial. Unas manifestaciones que se prolongaron durante días y que terminaron con cientos de presos y, con los meses, con decenas de exiliados, muchos de ellos artistas, que se fueron a cambio de libertad. Peor suerte corrieron todos aquellos que trataron de hacer frente al autócrata Daniel Ortega, otrora revolucionario que encandiló a millones de personas. Con tal de no tener rival en las elecciones de noviembre, encarceló a todos sus oponentes políticos, incluidos aliados de antaño como Dora María Téllez, e intensificó una persecución que no ha cesado desde abril de 2018 cuando, de nuevo, miles de jóvenes salieron a manifestarse en contra de una reforma al seguro social.

 

 

Tres años después y un poco más al sur, en Colombia, otra reforma, esta tributaria, desencadenó una oleada de protestas que sacó a relucir los peores fantasmas del país: una excesiva brutalidad policial, la sombra del paramilitarismo en algunas ciudades y, por ende, decenas de muertos. Con los meses, el polvorín se fue apaciguando, pero sería ingenuo decir que se ha apagado del todo. Como no ha sucedido en Perú, en Ecuador, en Chile. Como tampoco pasará en… la próxima llama que se prenda a partir del próximo mes.

 

Fuente EL PAĺS

 

 

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