Alfredo M. Acosta González
Artículo de La Nueva República 229-A
Pinar del Río, Cuba. Muchos han sido los cubanos que han arriesgado su vida al servicio de la revolución y ésta los ha olvidado. Desprotegidos por un régimen totalitario se encuentran la gran mayoría de ex-combatientes de la revolución cubana, sin ayuda ni apoyo por parte del régimen ven truncadas las mejoras de sus condiciones de vida. Estos ex-combatientes han tenido que crecerse para poder subsistir con sus familias. Alfredo M. Acosta González es uno de ellos, hoy abandonado por el gobierno y agonizando en su cama
González fue combatiente de Girón y se desempeñó como artillero anti-aéreo en el lugar conocido como Playa Larga cuando se produjo por Bahía de Cochinos, el ataque de nuestros hermanos de lucha para liberar a nuestro pueblo de la dictadura que comenzaba a dar sus primeros pasos. Allí sufrió una herida en el brazo derecho el cual casi se lo amputan.
Actualmente padece de una penosa enfermedad y se encuentra postrado sobre una cama como consecuencia de una caída que le provocó fractura de cadera y lo llevó a ser intervenido quirúrgicamente. Para calmar su dolor necesita morfina u otro medicamento que surta los mismos efectos pero estos analgésicos potentes que alivian el dolor visceral profundo tales como tumores, cáncer, etc…. hace mucho tiempo que están en falta.
Tampoco cuenta con una cama ortopédica para mejorar su tratamiento postural, esto trae consigo que las escaras estén presentes y la piel se le dañe con sistematicidad. Muchas han sido las quejas a la Dirección Municipal y Provincial de Salud en Vuelta Abajo y a la Asociación de Combatientes de la revolución y nadie ha hecho nada. Al parecer con las glorias se olvidan las memorias, tenemos que conformarnos con ver cómo un hombre que arriesgó su vida por esta revolución lo dejan morir así en estas condiciones. Irresponsables, si no le quieren ayudar, díganlo de una vez por todas. No más mentiras, hasta cuándo es esto.
Por Roberto Blanco Gil, Ezequiel Pérez y Reinier Torres, defensores del pueblo.
Deja tu comentario