El noticiero de televisión castrista del 17 de marzo volvió a repetir que Donald Trump presionó a la empresa alemana CureVac para obtener en forma exclusiva para los Estados Unidos una vacuna contra el Coronavirus, vacuna que ese laboratorio ni tenía ni tiene todavía. En una declaración CureVac, negó públicamente cualquier intento de adquisición, diciendo que, «CureVac no ha recibido del gobierno de Estados Unidos ni de entidades relacionadas una oferta antes, durante y desde la reunión del grupo de trabajo en la Casa Blanca el 2 de marzo», dijo la empresa en Twitter. El entonces representante de CureVac, Dan Menichella, estuvo presente en esa reunión en la Casa Blanca con representantes de otras empresas farmacéuticas y el grupo de trabajo que dirige el vice presidente Mike Pence. El presidente Trump dirigió la reunión. (Intervención de Dan Menichella, CEO of CureVac aquí).
El chisme surgió de una artículo publicado por el periódico alemán Welt am Sonntag en el que decía que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ofreció a CureVac cerca de mil millones de dólares para obtener la vacuna «sólo para Estados Unidos». El articulo también decía que Alemania estaba tratando de contra ofrecer. La oferta «surgió de una reunión del 2 de marzo» en la Casa Blanca, informó The New York Times. Tanto el presidente Trump como el vicepresidente Mike Pence estuvieron presentes durante al menos una parte de la reunión, al igual que el director ejecutivo de CureVac, Daniel Menichella, que posteriormente renunció o fue reemplazado por la empresa.
No es esta la única vacuna de la que se habla. Decenas de grupos de investigación en el mundo se apresuran para crear una vacuna contra COVID-19. Por su parte, un tratamiento antiviral llamado Remdesivir, realizado por la estadounidense Gilead Sciences, ya se encuentra en las etapas finales de los ensayos clínicos en Asia y los médicos en China han informado que ha demostrado ser efectivo para combatir la enfermedad. El producto de Gilead Sciencies mostró resultados prometedores en 14 estadounidenses hospitalizados en Japón para el tratamiento de COVID-19.
Quien ha comenzado sus estudios y pruebas o primeros estudios para una vacuna contra el Coronavirus es el Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos (NIH) y la compañía biotecnológica Moderna Inc., con sede en Massachusetts, Estados Unidos. La primera de 45 voluntarios, Jennifer Haller, de 43 años, mientras esperaba la inyección dijo: “Estoy dispuesta, estoy lista”. Sin ninguna muestra de temor agregó: “Todos nos sentimos muy indefensos. Esta es una gran oportunidad para hacer algo”.
La mafia castrista en su afán de calumniar al gobierno de los Estados Unidos miente y repite rumores como verdades.
Artículo de La Nueva República
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