Domingo de dolor y vergüenza, de tristeza colérica y corazones rotos es este día especial de homenaje a las madres cubanas. Nunca un pueblo recibe tanta afrenta como cuando sus gobernantes golpean lo sagrado de una mujer encarcelando a sus hijos, apagando con el luto el fruto más hermoso de su pureza humana.
Pero en ese pesar de sangrar cada día por la herida de sus hijos hay mucha luz y nobleza de fuego iluminando el camino de la libertad. Y en esas madres va toda la honra de una nación amordazada que seguirá despertando de sus miedos y sus esperanzas traicionadas.
A todas las madres cubanas, sobre todo a las que luchan con dignidad de titanes contra la crueldad y el abuso a que someten a sus hijos inocentes, reciban el respeto, la gratitud y la reverencia debida por su valentía y entereza en su lucha inclaudicable por la libertad.
Reconforta saber que mientras muchos esperan que llegue la libertad para salir a celebrar la gran victoria, hay mujeres dejándose los huesos y la sangre en un parto de puños y gargantas, que nunca abandonan el campo de batalla. ¡Dios las bendiga, poderosas guerreras, seres de luz infinita, madres por la libertad y la justicia!
Del Comité Ejecutivo Nacional del CID
PATRIA, PUEBLO Y LIBERTAD
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