El complot está entre los coleros y los policías

Los coleros no compran para revender mercadería, los coleros venden sus turnos en un complot entre los coleros y la policía. Es un negocio más rápido y mejor controlado.  Cada uno saca su tajada sin entrar en conflicto.  Usted puede llegar en la madrugada pero a la hora de vender ya hay cien turnos vendidos por delante del suyo. Turnos que se han entregado incluso bajo el concepto de “limitado” es decir gente con impedimento físico, a quienes no se les ha pedido ni el carnet que lo acredite como tal. La gente se desespera y reclama pero la trampa está hecha.  Lo que no sabemos cuando esa desesperación se saldrá de control.

 

Según se dice está prohibido estar en  la calle antes de las 6 am pero mi guagua llegó a la ciudad a las 5:45 am y marqué para comprar un paquete de pollo. Cuando lo hice solo había unas 50 personas pero a la hora de dar turnos apareció un enjambre, todo confabulado con la policía. Son las 2:35 de la tarde y todavía no tengo turno y se llego a coger uno sería el 350 y ya no habrá pollo.  Estas son las colas de nunca acabar.  Es una gran falta de respeto al pueblo. Por eso ¡Abajo la dictadura comunista!

Por  Daudy Hermelo Lagos, delegada del CID en El Guayabo, Pinar del Río

La Nueva República

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