Triste historia la de los cubanos que lucharon en las guerras en África y hoy están desamparados por un gobierno que los uso y al final los ha desechado. Mi nombre es Aracelio Álvarez Capote, tengo 67 años de edad, fui teniente coronel de las FAR y participé en la guerra de la frontera de Sudáfrica, Namibia, como asesor de las SWAPO entre los años 1985 y 1987. En una operación con un grupo de la SWAPO, fuimos emboscados por la UNITA donde sufrimos numerosas bajas. En esta emboscada, a causa de una mina anti personal sufrí heridas graves en mis dos piernas, lo que costó la amputación de ambos miembros inferiores.
Como consecuencia de este accidente fui regresado a Cuba y licenciado del ejército, con una pensión de 311 pesos ($US 12 dólares), en aquel tiempo era algo considerable, hoy no me alcanza para nada. Actualmente vivo en la pobreza extrema, las condiciones de mi vivienda son críticas, ya que la misma se ha deteriorado pues vivo solo y no tengo ni me encuentro en condiciones de solucionar esta crítica situación por la que atravieso hace más de 15 años.
He recurrido a la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana a la cual pertenezco en busca de soluciones y su jefe el Coronel Noel Bravo Junquera se manifiesta que en sus manos no está la solución a mis problemas y que debo esperar. ¿A caso este coronel Bravo Junquera ha olvidado mi condición de revolucionario, mi trayectoria como militar internacionalista?
¿Por qué esta Revolución deja abandonado a los que se sacrificaron por ella y hoy la necesitan?
Me arrepiento de haberme sacrificado por esta obra si al final solo nos han utilizado y nos desechan cuando ya no le somos útiles.
Cubano no te calles, reclama tus derechos
Por: Roberto Blanco Gil, Coordinador de la Defensoría del Pueblo para la Región Occidental de Cuba, Ezequiel Pérez Pérez y Reinier Torres Valle.
Artículo de La Nueva República
Aprovecha ahora que están en negociaciones con Angola y pídele tu indegnisasion, o sino protestar es la única forma de lograr lo que necesitan, en las puertas del las oficinas del gobierno