EL MONOPOLIO ESTATAL ES REPONSABLE DEL DESASTROSO PARQUE HABITACIONAL EN CUBA

Vivienda de militares

Segunda Parte: Hoteles Sí, viviendas No.

El presupuesto, las inversiones, que se han dedicado en los últimos cinco años a la construcción de hoteles, (sin alcanzar el 20% de ocupación), se lo podía haber destinado a la construcción de viviendas y mantenimiento de hospitales, escuelas, círculos infantiles y otros bienes públicos que se encuentran en lamentable estado de descuido o faltante,

Esta situación se agrava cuando conocemos que estas inversiones hoteleras en todo el país no están controlada, ni dirigida por el Ministerio del Turismo, como órgano de administración del estado rectora de esta actividad, sino por el emporio GAESA, supeditada a las Fuerzas Armadas, quienes no son supervisados, ni auditados por ningún órgano fiscalizador del estado y mucho menos, por el soberano, es decir, los ciudadanos, víctimas de la miseria y el incumplimiento de un derecho constitucional a una vivienda decorosa, como el artículo 71 mencionado, aunque con ambigüedad e intangible.

Muy diferente a lo que refrendaba al respecto la Constitución de 1940, Art. 79:

“El Estado fomentará la creación de viviendas baratas para obreros. La Ley determinará las empresas que, por emplear obreros fuera de los centros de población, estarán obligadas a proporcionar a los trabajadores habitaciones adecuadas, escuelas, enfermerías y demás servicios y atenciones propicias al bienestar físico y moral del trabajador y su familia. Asimismo la Ley reglamentará las condiciones que deban reunir los talleres, fábricas y locales de trabajo de todas clases…”

Los antecedentes de las Fuerzas Armadas usurpando fondo habitacional que le debían corresponder a pueblo cubano, se remontan a principios de los años 60 del siglo pasado, primeramente con la “Ley No. 989” de 5 de diciembre de 1961, que confiscó y nacionalizó los muebles e inmuebles de los que abandonaron definitivamente el país en esa época y pasaron a propiedad del Estado, disponiendo de los mismos para el bien social y particular en usufructo la mayoría de los casos.

Después cuando invadieron y habitaron un gran número de habitaciones del Hotel Habana Hilton, esperando trasladarse para un gran número de casas y mansiones de los mejores barrios residenciales de La Habana, como el Reparto Kolhy, Nuevo Vedado, Miramar, Siboney, Náutico y en muchos casos doble propiedades, ocupando casas de verano de Santa María Loma, Guanabo y La Veneciana, robándoles ese derecho a herederos y otros ciudadanos comunes con necesidades también de hogares decorosos, de paso convirtiéndose en una clase social similar a la que supuestamente combatieron.

Posteriormente a través de los años los planes de inversiones de fondo habitacional para las Fuerzas Armadas nunca han cesado hasta la actualidad. Siendo más notable, respetuoso e inhumano que en los últimos años de involución financiera y económica de país, sumando el deterioro de los inmuebles de salud, educación y de viviendas no se haya respetado un derecho humano tan importante y transcendental.

Lo más relevante es que el ciudadano común no tiene vías, ya sea por iniciativa propia ni por medio del estado, a controlar el cumplimiento de los planes. Incluso, la Contraloría de la República en sus balances anuales nunca ha analizado a las FAR y mucho menos a GAESA, dejando claro que no es prioridad del gobierno resolver esta problemática.

Puede afirmarse que el problema de la vivienda continua empeorando con consecuencias muy negativas para la sociedad. El hacinamiento de las familias en lugares sin las condiciones mínimas para una vida digna no es precisamente un factor para promover las virtudes, sino conflictos y desencuentros.

La falta de vivienda es una de las causas fundamentales de que las tasas de natalidad sean sumamente bajas, con el resultado que en 4 de los últimos 20 años la población en términos globales descienda y el envejecimiento ronde el 23 % de la población total.

Cientos de miles de cubanos jóvenes, asfixiados por la situación general del país, en particular por la falta de vivienda y esperanzas optan por marcharse de Cuba en procura de un futuro mejor. La mayoría de la juventud no tiene los medios para emigrar y quedan en el país afrontando un futuro en que las faltas de oportunidades están a la vista.

La Habana, marzo de 2023.