EL POKER DE LOS MENTIROSOS Y LOS SUFRIMIENTOS DE UCRANIA

Según cuentan algunos este juego de mentirosos tiene sus orígenes en nuestra América Latina donde ya se jugaba con otros nombres: Dudo, Perudo, el cofre maldito (en Chile) o Mexicali, con los mejicanos dentro y fuera de los Estados Unidos. Algunos lo atribuyen a la Corte del Rey de España, Alfonso X. Aunque en todas las guerras siempre se ha utilizado la mentira, los espías y falsos amigos como instrumento de guerra, con la guerra en Ucrania este juego se ha hecho universal (gracias a los modernos medios de comunicación) y se ha convertido en fuente inextinguible de información, desinformación, medias mentiras y pocas verdades en la televisión, las redes sociales, internet, etc.

A la excepción de los medios rusos donde solo se juega a quien dice más mentiras: Sergeĭ Viktorovich Lavrov (imperturbable Ministro de Asuntos Exteriores de Putin), su Ministro de Defensa (cuyo nombre no interesa a nadie…) , Dimitry Medvedev (la marioneta del Kremlin que nos hace recordar al indescriptible “cucharita” Osvaldo Dortico , que ni pinchaba ni cortaba hasta que se cansó y se pegó un tiro) o el mismo Vladimir Vladimirovich Putin, cuyo rostro no mueve una pestaña mientras dice mentiras para que el enemigo o el pueblo no descubra lo contrario de lo que dice.

Pero alrededor de la mesa hay otros “mentirosos” a comenzar por los aliados de Putin en América Latina, más preocupados por el pan negro que les llega de Moscú (y los bitcoins de “contra” como se decía en las bodegas de antes del comunismo…) que por los intereses de sus pueblos.

Para este equipo de jugadores latinos las mentiras se resumen a cinco palabras: “en Ucrania no pasa nada”. Con este “césame ábrete” los gobiernos de Raúl Días-Canel como el del otro mentiroso chofer de guaguas, Nicolas Maduro mantienen abierta la cueva de ladrones que les da para vivir del cuento. A este equipo pertenecen también los gobiernos latinos “de izquierda” a los que basta con que alguien grite “abajo los yankis” para que se unan al tumulto y escupan sobre la memoria del mismo Abraham Lincoln o del Pastor Luther King.

Pero alrededor de la mesa de juego del póker de los mentirosos hay otros dos equipos que juegan a fondo sus papeles de mentirosos: los eternos “Poncio Pilatos” que se lavan las manos y se tapan la nariz cuando les presentan los miles de cadáveres de mujeres, hombres civiles y niños asesinados por Putin: la India y la China, mentirosos por omisión y cómplices por “agarrar la pata de la vaca” mientras los misiles del nuevo Stalin masacran mujeres y niños. Estos dos grandes equipos, como las aves de tiñosa, solo esperan que los cuerpos se pudran para hartarse con los restos del pueblo ucraniano.

Hablemos de la sacrosanta “princesa dormida”, la Unión Europea y de los titanes de la libertad, los Estados Unidos. ¿Cuáles son sus mentiras en este juego? ¿Con qué discursos tratan de adormecer a sus pueblos incautos o cómplices? ¿En qué esquina de la mesa juegan los campeones de los derechos humanos y la libertad de los pueblos? ¿Dónde se sitúan Biden, Macron y Olaf Scholz (heredero de Merkel).

Hablemos de los yankis (como siempre fuera y dentro del juego) y de la mal llamada “Unión” Europea con sus 27 opiniones e intereses divergentes. Los yankis empujan al fuego desde 7000 kms. de distancia a sus aliados europeos (ya lo hicieron en la Primera, la Segunda y por que no la Tercera Guerra Mundial, todas en territorio europeo, ninguna en New York o Miami).

En Europa, por una parte, la sufrida Polonia que acoge el equivalente de su población de Varsovia, Poznan, Gdansk y Wroclaw como refugiados ucranianos.

Por la otra, los países del Báltico (pequeños y valientes como Finlandia, Letonia, Lituania y Estonia) dispuestos a sacrificar el calor de sus hogares y frenar las importaciones de gas ruso. ¡Y solo Dios sabe cuánto frio hace en esos paises!

En fin, Francia y Alemania, ¡los grandes mentirosos campeones de este juego diabólico que les permite un doble juego y todas las peripecias de la diplomacia!

Macron (Francia), que aprovechó de sus inútiles conversaciones con el sátrapa del Kremlin para que la televisión francesa (en plena campaña electoral) lo mostrara una y otra vez como mensajero de paz, sabiendo que todas esa conversaciones eran tan inútiles como el viaje del ministro inglés Chamberlain a Berlín para evitar le Segunda Guerra y su regreso triunfante enarbolando el tratado con Hitler…

Macron se sirvió de Putin para su política interna y el dictador ruso utilizó Macron con fines de política exterior e interior! ¡Los dos sabían que mentían!

¿Y la Alemania de Scholz que llora los cadáveres de Bucha e Irpín mientras envía millones a Putin (por la compra de gas y petróleo) para que pueda comprar sus cañones y poder continuar sus masacres? Tal vez el más mentiroso de todos cuya hipocresía legendaria durante décadas al servicio exclusivo de sus intereses no engaña a quienes siguen de cerca lo que fuera la “Ostpolitik” (política hacia el este) iniciada en tiempos de la Alemania Comunista (DDR) y desarrollada después por Merkel (criada en esa misma DDR).

Porque fue y es la política prorrusa de los 16 anos de poder de Angela Merkel la que puso la economía de Alemania en manos de Putin, con una dependencia casi total de la energía (carbón, gas y petróleo) de los recursos rusos: 53% de sus importaciones de carbón vienen de Rusia, 50% del gas y 30% del petróleo.

Pero no esta sola Alemania, son casi todos los países europeos que dependen energéticamente de Rusia. La UE paga diariamente 800 millones de dólares a Rusia por concepto de gas, carbón y petróleo. ¡Lo suficiente para que Putin siga asesinando ucranianos mientras los mentirosos siguen jugando!

Y los yankis esperan recuperar ese mercado con su antiecológico “gas de esquistos”.

Si alguna lección histórica nos deja esta guerra es la relectura del comportamiento de los alemanes durante el nazismo de Hitler. El pueblo alemán no olía (o se tapaba la nariz) mientras los crematorios quemaban millones de judíos.

En fin, ¿está ausente de este juego de póker mentiroso el pueblo ruso?

El pueblo ruso no ve o no quiere ver, a pesar de los medios modernos de comunicación, los crímenes de Putin en nombre de un nacionalismo modelo nazi tan ciego como estúpido.

Nadie sabe ni cómo ni cuándo los mentirosos pondrán sus cartas abiertas sobre los ataúdes del pueblo ucraniano. Esperemos que el pueblo cubano escuche la verdad.