El régimen castrista es el responsable de las 112 muertes del accidente aéreo

Por |2019-09-02T09:53:34-06:002 septiembre, 2019|Otros|Sin comentarios

El 18 de mayo de 2018 un avión Boeing 737-200 alquilado por el gobierno cubano a la compañía mexicana DAMOJH S.A se estrelló después de despegar del aeropuerto José Martí,  112 personas murieron. Desde ese momento la dictadura castrista ha hecho todo lo posible por encubrir la verdad y evadir su responsabilidad en este trágico accidente. Un año después, por medio de su Instituto de Aeronáutica Civil de Cuba (IACC) y apoyándose en un informe que no ha sido publicado, el régimen castrista culpó del accidente a la tripulación mexicana. En realidad el verdadero responsable ha sido un gobierno que contrató los servicios aéreos de una compañía mexicana con pésima reputación en el mante-nimiento de sus aviones.  También culpando a la tripulación mexicana se ha tratado de ocultar que funcionarios del gobierno castrista sabían que el avión siniestrado no estaba en condiciones de volar ese 18 de mayo de 2018.

“Un coche del aeropuerto le había  pegado un golpe al motor izquierdo”

 

La nota, publicada el 16 de Mayo de 2019 por la “Presidencia” de Cuba como un resumen del supuesto informe dice así: “Referente al la-mentable accidente ocurrido el 18 de mayo de 2018 con la aeronave B-737-200, matrícula XA-UHZ, de la aerolínea DAMOJH S.A, fletada con su tripulación por la empresa Cubana de Aviación, la Comisión Investigadora determinó, según los datos aportados por los registradores de vuelo (cajas negras) de la aeronave y el resultado obtenido de la caracterización de los estándares aeronáuticos para este vuelo, que la causa más probable del accidente fueron las acciones de la tripulación y sus errores en los cálculos de peso y balance, que conllevaron a la pérdida de control y desplome de la aeronave durante la etapa de despegue”.

 

No es cierto que por el estudio de las “cajas negras”, que son las grabadoras que registran todos los datos del avión en vuelo, se determinara que las acciones de la tripulación fueran las que provocaron el accidente.  El análisis de los datos de las “cajas negras fue hecho por expertos en los Estados Unidos y en ningún momento responsabilizaron a la tripulación.

 

“Les dije que el avión no podía volar”

 

Lo que ha salido a la luz  es que el gobierno castrista sabía que Global Air daba un malísimo servicio de mantenimiento a sus aviones y que éstos pasaban las certificaciones de vuelo debido a la impunidad y corrupción con la que Global Air operaba desde México.  Myrna Díaz, quien trabajó tres años para esa empresa afirmó que el accidente en Cuba «era algo anunciado». Según ella era conocido que los aviones no tenían buen mantenimiento y que con frecuencia volaban con desperfectos, en una  oportunidad sin que el radar funcionara y  en otra el tren de aterrizaje no bajaba.  El dueño ahorraba en todo hasta el punto de poner la seguridad de los aviones y sus tripulantes en peligro. Yo volé el mismo avión que se accidentó en Cuba y  no me sorprendió lo que sucedió, dijo Díaz.

 

CiberCuba entrevistó a varios de los abogados que llevan la demanda colectiva de los familia-res de las víctimas y ellos denuncian que las autoridades de Cuba y México están escondiendo la evidencia de lo que sucedió el 18 de mayo de 2018.  Según Samuel Gonzáles, uno de los abogados mexicanos que lleva el caso, días antes del accidente ocurrieron una serie de negligencias.  «Un coche del aeropuerto le pegó un golpe al motor izquierdo del avión dos días antes del vuelo. De hecho la aeronave no pudo salir y notificaron que iban a llevarlo a México para llevar a cabo labores de mantenimiento», explicó.

 

“Todo esto lo sabían las autoridades cubanas”

 

«Pero, en lugar de ir a México, lo usaron para volar por orden de la gerencia. El señor Manuel Rodríguez Campo, dueño de la aerolínea Global Air, dijo que volaba. Todo esto lo sabían las autoridades cubanas y sin embargo, salieron a decir que fue responsabilidad de los pilotos», denunció Gonzáles.  El abogado dijo que instantes después del accidente, Néstor Hernández, el jefe de mantenimiento de la compañía Global Air, lamentó lo ocurrido con una frase contundente: «Les dije que el avión no podía volar». Unas palabras que repitió a varios familiares de los tripulantes y a los trabajadores de la empresa.  Gonzáles recordó que el gobierno cubano tiene la obligación de revelar todo la información que tiene. «Han tardado un año en encubrir lo que ya sabían, que la turbina fue golpeada por un coche y que el avión no podía volar», afirmó.

 

El abogado también denunció que Cuba ofrezca como indemnización 5.000 dólares a los familiares de las víctimas, cuando las leyes mexicanas establecen que «lo mínimo por un accidente aéreo son 75 mil… están engañando a los familiares de los cubanos diciendo que van a pagar 5.000». También agregó que :»Había un inspector de la dirección general de aviación civil mexicana llamado Alberto Esquinca que sabía esto. De manera corrupta todos encubrieron lo que originó el accidente, todos son responsables y engañaron a la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de México. No es de extrañar que haya habido un negocio turbio entre el dueño de Global Air y algún dirigente castrista.  Nunca debieron haber contratado a esa empresa que tenía tres aviones con casi 40 años de uso  por lo que requerían un mante-nimiento impecable. Acusar a los tripulantes mexicanos que no pueden defenderse esuna patraña y una cobardía.

 

Artículo de La Nueva República 252-B

Cubacid.org

 

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