Las intensas lluvias del último fin de semana del pasado mes de julio, provocaron el derrumbe del inmueble donde funcionó el Centro Provincial de la Música, sito en Marta Abreu en Santa Clara y Juan Bruno Zayas, ciudad capital de Villa Clara. Dado el mal estado del edificio, con más de un siglo de construido, los directivos de la institución cultural de la música, decidieron abandonar el lugar en el 2016 y quedó en desuso, pero nada indicaba el peligro que representaba para los peatones y vehículos un posible desprendimiento como el ocurrido en esta ocasión, que gracias a que ocurrió en horarios sin movimiento población al no hubo que lamentar la pérdida de vidas humanas. Entonces ya fue demolido lo que quedo en pie y ahora sin peligro evidente se encuentra acordonado el lugar para evitar la entrada a dichos predios. Otros edificios aledaños al lugar también presentan peligros de derrumbes, sin embargo, en justo desafío, viven personas que no han sido reubicadas y tal vez mientras que esperan una solución de gobierno esperan la muerte por negligencia.
En Cuba no sólo envejece la población, también envejece el fondo ocupacional, que desafían el tiempo, sin que los directivos tengan voluntad de soluciones, toda vez que no existe en ninguna de sus modalidades planes de mantenimiento. Santa Clara cuenta con un fondo habitación al de 291.273 viviendas, la mitad del mismo son casas con más de un siglo de existencia. De ese total 1/3 del fondo se encuentran en mal estado, para un 34,2 %. El huracán Irma afecto a 51 510 viviendas con daños parciales y totales y solo se gana recuperado 30 000 al cierre de junio de 2018.
Lo más lamentable de este fenómeno es que no existe un plan de mantenimiento para lograr la conservación de las viviendas. La población no cuenta con materiales para poder resolver las dificultades que presentan los inmuebles, porque todo está centralizado y controlado por el Estado. Ya ni en las tiendas recaudadores de divisas se pueden encontrar materiales de construcción que permitan dar soluciones a los mantenimientos o construcciones por cuenta propia, solo el mercado negro resuelve este tema, al que solo pueden llegar aquellos que tienen dinero.
Al escuchar el estado de opinión de la población, quienes accionados en el proyecto de la Defensoría de Pueblo, acordamos presentar una queja ante la Dirección del Poder Popular de Santa Clara y darle seguimiento al caso, dentro de los términos establecidos y exigir que se tomen las medidas para que exista un plan de mantenimiento adecuado y que se abran tiendas para que los ciudadanos accedan a todo tipo de materiales, y otros, necesarios para lograr la perpetuidad de las viviendas, que son en su gran mayoría, patrimonio de la familia
Por la Defensoría del Pueblo, Sara Cuba Delgado, asesora del CID y Carlos Rodríguez Becerra, Coordinador de LNR. Activistas Pedro A. Rodríguez y Camilo Fernández Moreno, delegación Unidos por la Libertad y la Democracia (CID).
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