Muchos fueron los cubanos que participaron en las luchas de liberación nacional, arriesgando sus vidas. Algunos perecieron en el intento de darlo todo por una causa que creían justa, otros fueron burlados, traicionados y desamparados por un gobierno que se ha mantenido en el poder por la fuerza durante más de seis décadas. En esta situación se encuentra Rogelio Cala Fuentes, uno de los tantos ex combatientes, luchadores olvidados por este sistema que con franqueza declara: “Estoy arrepentido de haber arriesgado mi vida por esta causa que al final fue solo una burla al pueblo”.
Tengo 79 años de edad, desde 1957 me incorporé a la lucha clandestina en Pinar del Río, bajo las órdenes del joven revolucionario Lázaro Acosta Paulín, conocido por todos como el “Pandeao”. Junto a él y Justo Legón Padilla, Rafael Ferro, entre otros, participé en diferentes misiones peligrosas. Todos ellos de una forma u otra perdieron la vida, yo sufrí presidio desde mayo de 1958 hasta el triunfo en enero de 1959. En presidio sufrí torturas, maltratos físicos y verbales, perdí la visión de un ojo producto a los golpes que me ocasionaron los guardias de Batista en el Regimiento Militar Juan Rius Rivera de la ciudad de Pinar del Río. Después del triunfo revolucionario me incorporé a la lucha contra bandidos y participé en los combates efectuados al norte de la provincia, precisamente en elmunicipio Minas de Matahambre, donde había gran cantidad de elementos contrarevolucionarios. Posteriormente pasé a formar parte del destacamento de Artillería Terrestre que se fundó en Pinar del Río.
Alcancé los grados de capitán y laboré en distintas unidades militares de la provincia. En el año 1995 me jubilé con un mísero salario de 216 pesos moneda nacional (meno de nueve dólares al mes), esto nunca me ha alcanzado para nada. He tenido que trabajar duro en el campo con algunos campesinos para ganarme el sustento de la mesa. Me he convertido en merolico, vendiendo lo que sea con el objetivo de cubrir parte de mis necesidades económicas. Los inspectores en numerosas ocasiones me han multado y decomisado la mercancía que vendo (cosas insignificantes), sin importarles que luché por esta Revolución que tanta sangre costó.
La Asociacion de Combatientes de la Revolucion Cubana, a la que pertenezco, ha hecho oídos sordos a mis quejas y planteamientos. Su jefe, el Coronel Noel Bravo Junquera, me ha manifestado que en sus manos no está la solución de mis problemas. A nadie le importa que vivo en condiciones infrahumanas, no tengo donde comer, han olvidado mi condición de revolucionario, de lo que hice por esto. ¿Es así como una Revolución por la que tanto luché me echa al olvido? ¿Será acaso que esta Revolución deja abandonados a su suerte a los que verdaderamente estamos desamparados y no tenemos ayuda?
Estoy arrepentido de haber arriesgado mi vida por esta causa, que al final fue solo una burla al pueblo, una traición a quienes luchamos por una sociedad justa ¿Qué tipo de Revolución es esta? Esta no es la Revolución por la que yo luché. ¿Hasta cuándo tanta barbarie en este sistema? Si no me quieren ayudar díganmelo de una vez por todas.
Rogelio Cala Fuentes
28 de marzo de 2019
A: La Oficina de Atencion a la Poblacion del Poder Popular en Pinar del Río.
De Rogelio Cala Fuentes, carnet de identidad 39112500716. Dirección particular: calle 16 entre B y C #177 A, Reparto Caferino Fernandez Viña, municipio Pinar del Río, Provincia de Pinar del Río.
Cubano no te calles, defiende tus derechos
Por la Defensoría del Pueblo, Roberto Blanco Gil, coordinador regional de Occidente.
Artículo de La Nueva República
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