Gobierno cubano naturaliza la violencia contra la mujer

Por |2019-03-07T15:17:53-06:007 marzo, 2019|Mujer e Igualdad|Sin comentarios

Cuba oculta la violencia contra la mujer, no obstante, desde el año 2018 los medios de comunicación, en este caso la televisión, vagamente ha presentado propaganda de una supuesta ayuda a la mujer víctima de violencia.

 

La Organización de Naciones Unidas (ONU) en 1993 conceptuaron la violencia contra la mujer como “todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico”, sin embargo, el gobierno cubano no admite públicamente que la mujer cubana también sufre de maltrato en todas sus manifestaciones, obviamente no existen leyes que tipifiquen y protejan a las mujeres víctimas de violencia.

 

El Código Penal cubano regula el delito de igualdad en su Artículo 295 con una sanción de privación de libertad de 6 a 2 años o multa de 200 a 500 cuotas o ambas , al que discrimine a otra persona o promueva o incite a la discriminación , sea con manifestaciones y animo ofensivo a su sexo, raza, color u origen nacional,   el ejercicio o disfrute de los derechos de igualdad establecidos en la Constitución, pero no existe jurisprudencia que protejan a las mujeres víctimas de cualquier forma de violencia.

 

Es cierto que la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) creo las Casas de Orientación a la Mujer y la Familia, sin embargo, estas ofrecieron apoyo y ayuda a las mujeres en sus inicios, con el transcurso de los años perdió el ritmo y cumplimiento de sus objetivos lo que trajo como consecuencia el desinterés total de las mujeres hacia la institución.

 

Mariela Castro Espín, directora del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), en una entrevista al diario Tiempo Argentino alego:

 

«Nosotros no tenemos, por ejemplo, femicidios porque Cuba no es un país violento», declarando que la situación estaba dada por “un efecto de la Revolución».

 

Sinceramente, en Cuba la violencia se sustenta en los estereotipos sociales y en una educación machista, llena de gobernantes que actúan como cómplices.

 

Por Sara Cuba Delgado, delegada del CID en Villa Clara y defensora de los asuntos de la mujer en Cuba.

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