¿Muchos cubanos en nuestro andar por la vida llenos de problemas sin solución y cansados de vivir en un país que se ha parado en el tiempo, nos hacemos esta pregunta día tras día? ¿Hacia dónde vamos?
Pues bien, esta pregunta tiene más de una respuesta y depende de a quien se le formule. Si le preguntamos a un miembro de la clase dominante la respuesta será: “hacia un socialismo más próspero y un país más justo”. En realidad lo que existe es el interés de seguir esclavizando a todo un pueblo con el objetivo de continuar viviendo a sus anchas. Revolución no es una palabra es el negocio de los que se mantienen en el poder a punta de pistola disfrutando de lujos y privilegios. Nunca les ha importado el futuro de los cubanos y todo lo que han hecho va encaminado a perpetuar lo que disfrutan.
Si le preguntamos a un opositor responderá alguna variante de que lucha por un cambio de gobierno donde los cubanos tengan libertad y oportunidades. En el caso de los dirigentes de oposición sinceros –los que no están detrás del poder por sus beneficios- la intención es buscar un camino para que exista un cambio hacia la verdadera democracia y por ende una via hacia la prosperidad y el bienestar de todo aquel que con sacrificio y sudor sepa ganarse la vida. Un gobierno que respete la dignidad de todos los cubanos y las libertades civiles de cada ciudadano.
Muchos cubanos concordamos con la necesidad de que exista un cambio en la política implantada dentro de Cuba, es hora de acabar con toda esa ideología absurda que ha dividido a los cubanos y los ha convertido en esclavos de un regimen que no ha servido para nada. Llevamos más de medio siglo parados en el tiempo esperando que otros hagan algo y no nos damos cuenta que somos nosotros mismos los que tenemos que dar el paso al frente y propiciar el tan necesario cambio para el bien de todos los cubanos.
Por Arelis Rodríguez Silva y Leodan Suárez Quiñones, Defensoría del Pueblo.
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Muy buena reflexión: debemos tratar de crear una conciencia colectiva de nuestro futuro como nación. De nada sirve correr si no se conoce la meta. Como decía el Apóstol: trincheras de ideas valen más que trincheras de piedras…La lucha ideológica es la fuente de donde surgen la libertad y la justicia. Así me lo enseño desde mi niñez quien fuera mi maestro en Manzanillo: el Comandante Huber Matos!