Mi nombre es Francisco Sánchez de la Torre, mi pareja me hizo una acusación falsa en el 2012. Ese mismo año el tribunal me impuso una fianza de 1000 pesos por la que estuve cinco años bajo esa fianza. Fui 19 veces a juicio porque esa mujer se fue para el oriente del país y nunca quiso presentarse; hasta que la localizaron por mediación mía. Cuando ella se presentó, ella manifestó que incluso yo había tomado un cuchillo en su contra, cosa que no fue real; en resumidas cuentas me sancionaron a cinco años de privación de libertad. Me quejo porque me corresponde la libertad condicional desde principios de agosto, pero me la han negado ya dos veces, mientras procedo con buena conducta y que estoy casi al cumplir. He sido víctima de abuso policial dentro de la prisión, aun siendo yo un impedido físico.
Mi madre me trajo varios medicamentos que mi hermana Maite Castillo de la Torre me envió de Italia para mi enfermedad del corazón, aquí el mayor Nápoles se los robó, no me entregó esos medicamentos, por lo que fue expulsado de este centro penitenciario. Me han denegado la libertad condicional porque yo he denunciado la corrupción, los robos, los desfalcos tan grandes que hay aquí adentro. Realmente esto es una mafia corrupta. He hablado con muchas personas y me responden con silencio.
Soy impedido físico, no me dan atención médica, me robaron los medicamentos, no tengo a quien acudir, ni Fiscalía ni a nadie más, nadie me ha atendido. Ya he cumplido en prisión cuatro años y cuatro meses de los cinco años que me impusieron como sanción bajo todas estas injusticias y abusos. Acudo al CID para hacer la denuncia de todo lo que me ha ocurrido, porque en este centro penitenciario me han robado los mismos militares, han abusado de mí, me han maltratado, me siento mal y me han negado dos veces consecutivas la libertad condicional que me corresponde por ley.
Por la Defensoría del Pueblo, Lucinda Gonzáles Gómez, activista del CID en La Lisa
La Nueva República
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