La dictadura castrista, sin importarle el hambre y la miseria en que vivimos todos los cubanos, utiliza a los niños para gritar consignas comunistas y ataques contra la oposición como ¡Viva la revolución y abajo los gusanos! Los llevan por las calles de la ciudad y especialmente frente a las casas de los activistas del CID en Gibara.
Así es como deforman a los niños que por su inocencia son incapaces de darse cuenta de que respaldan a un régimen decadente y corrupto. La aspiración del castrismo es convertir al pueblo en autómatas llenos de terror como ha logrado en buena parte el régimen demencial de Corea del Norte, uno de los más cercanos aliados del castrismo y que refleja la sociedad ideal para la familia Castro.
Por Miguel Batista Merino, Ángel Víctor Lorenzo Bonet e Idalmis Verdecia Ramírez activistas de Cuba Independiente y Democrática, CID, en Gibara y Defensores del Pueblo.
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