Las mujeres cubanas no podemos comprar productos de aseo como almohadillas sanitarias, almohadillas diarias ni desodorantes. Tampoco se encuentran jabones de baño ni para lavar. No hay shampoo, acondicionador para el cabello, cremas para la piel, máquinas de afeitar, aguas de colonias perfumadas, pues las pocas tiendas que quedan que aceptan moneda nacional permanecen vacías en su totalidad. Esto parte de la indolencia del régimen hacia las mujeres cubanas y sus necesidades más básicas, otro aspecto del «machismo revolucionario» que reflejan las leyes en Cuba.
Ante la ausencia del shampoo y acondicionador, hemos tenido que reducir el ciclo de lavado del cabello una vez cada dos semanas o más, incluso hasta una vez por mes. Hemos buscado productos sustitutos como la jabolina, recurso que es muy perjudicial para la salud, pues es elaborado por la entidad estatal Industrias Locales utilizando residuos de la fábrica de jabones de muy mala calidad.
Hemos utilizado incluso hojas de árboles, como el jaboncillo y la flor de majagua para el lavado del cabello. Otra alternativa que hemos tenido que utilizar, es la aplicación de detergente líquido “de fregar” que han vendido por la libreta de abastecimiento en algunas regiones del país, no en todos los sitios, o hemos tenido que comprarlo en una aplicación en línea conocida como merolico a altos precios y conservarlo sólo para el lavado del cabello. Algunas hemos optado por mezclar la jabolina con el detergente líquido de fregar. Primero lavamos la cabeza con jabolina y agua, después aplicamos el líquido de fregar para menguar los daños al cabello; lo cual ha sido fatal. Otras han decidido cortarse el pelo por la falta de shampoo y acondicionador o por los daños causados por la mezcla de esos productos nocivos que nos han causado hasta lesiones como llagas en la piel craneal, caída del cabello, brotes de caspas incontroladas en mayor escala y psoriasis.
Toda esta situación es un resultado de que la mayoría de las mujeres no tienen dólares para comprar en las tiendas estatales MCL. Esto es una verdadera contradicción al argumento del “bloqueo» de Estados Unidos porque en realidad en Cuba se puede comprar de todo en las tiendas MCL del gobierno siempre y cuando se pague en dólares, que solo reciben los cubanos que tienen familiares en Estados Unidos.
Por Zaray Fernández García, delegada del CID en Briones Montoto
También: Mujeres cubanas, víctimas de violación a sus derechos
La Nueva República
CubaCID.com
Cubano no te calles, reclama tus derechos
Esto tiene que cambiar
Deja tu comentario