La Nueva República: El altruismo ni se alquila ni se vende

La dictadura castrista se ha presentado ante el mundo como solidaria con otros pueblos porque envía a los médicos cubanos a asistir a poblaciones necesitadas.  Eso es falso, es la careta de un lucrativo negocio.  En realidad, para la tiranía el ingreso que recibe por el alquiler de esos médicos representa la mayor entrada de divisas, 11.000 millones de dólares anuales.

 

Lo que ha sucedido ahora es que ha sido un presidente electo, Jair Bolsonaro de Brasil, quien ha denunciado la explotación de los médicos cubanos y el régimen abusivo a que son sometidos.  Con sus planteamientos, el  presidente brasileño no solamente ha denunciado la situación de los médicos, sino ha expuesto ante el mundo la hipocresía del castrismo.

 

En Cuba todos sabemos que es el dinero lo que motiva a médicos a salir de la Isla para trabajar en otros países.  El salario de los doctores, como el de todos los trabajadores en Cuba, es un salario de explotación y por esta razón cuando tienen oportunidad de trabajar afuera la mayoría de los médicos cubanos se van, aunque sea bajo el control del gobierno castrista.  Saben que adonde sea que vayan ganaran más. No les frena que recibirán el 25% del salario que ganan médicos de otras nacionalidades en el mismo lugar y proyecto donde ellos estén. A fin de cuentas, es mucho más que lo que ganan en Cuba.  Tampoco les importa que dejan a miles de cubanos sin sus servicios y esto, en muchos casos ha provocado el agravamiento y la muerte de pacientes.

 

La Nueva República reproduce dos artículos sobre el tema. Uno,  “El guiso de los médicos cubanos” un editorial del periódico El Nacional de Venezuela y “A todo cerdo le llega su San Martín y el altruismo de los médicos cubanos en Brasil”, del Dr. Huber Matos Garsault, presidente de la Fundación Huber Matos por la democracia.

 

Rolando Pupo distribuyendo el semanario del CID La Nueva República

En esta edición, LNR 239-A, también se publica el artículo: “Unos hacen lo que pueden y otros están todo el tiempo quejándose”, del presidente nacional del CID, Rolando Pupo Carralero, sobre la posición de la organización respecto a otros grupos que luchan contra el régimen, el importante papel del exilio cubano en esta lucha y el tema de los cubanos que viven buscando errores en los que trabajan incansablemente por la democracia en nuestro país.

 

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