Los hospitales del sistema de Salud Pública en Manzanillo están en plena decadencia, son un desastre. Sin embargo, cuando conviene todo se maquilla con mentiras. El día 8 de mayo del presente año en este municipio se encontraba el ministro de Salud Pública. En cada uno de los tres hospitales visitados todo fue de maravillas. Nada de problemas, los medicamentos a su tiempo, las consultas brillaban por su limpieza, la alimentación de los pacientes ni hablar, el trato de los pacientes y el de los acompañantes perfecto. No hay problemas de ningún tipo, todo al 100%. Así fueron las declaraciones de los dirigentes farsantes del gobierno en Manzanillo.
Nada más han pasado un mes y seis días y ya salió a la luz la verdad. Ese día en el Hospital Celia Sánchez Manduley la inseguridad del estado estaban vestida de civil por todo el hospital, días antes había fallecido una paciente por falta de medicamentos, la jefa de enfermeras hacia la función de limpieza porque no tenían auxiliar de limpieza. En el Hospital Infantil Hermanos Cordobés, donde ya se han dado varios casos de niños fallecidos, no hay medicamentos.
En el Hospital Fe del Valle tanto el Dr. Pedro Cruz como la jefa del salón estaban temblando por sus puestos. El ministro de salud les pidió cuentas por tantas muertes de madres que se han complicado a la hora del parto. Una joven de Niquero de 19 años falleció la semana pasada porque después que parió le dieron el alta y se complicó en la casa ya que salió con una bacteria del salón. Como ella, ayer murió otra con una crisis generalizada y hay dos que fueron trasladadas para el Hospital Celia Sánchez entubadas y ya complicadas.
No sé en qué están pensando los médicos, probablemente en irse de misión al extranjero.
Por María del Carmen Guisado Cisneros, delegada del CID en Manzanillo.
Artículo de La Nueva República
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