Quienes desde el exilio con frecuencia acusan al pueblo cubano de cobarde parecen ignorar el terrible grado de represión que se ejerce en forma permanente contra ese pueblo y contra los que levantan la cabeza. Este es solo un caso de los miles de jóvenes cubanos que en toda la Isla que se rebelan y los castigan y persiguen para siempre.
En octubre de 1993 un joven de 23 años, Julio Cesar Morales Gonzales, fue acusado de “sabotaje” por lanzar una piedra a la ventana del cine en Cacocún, Holguín. El costo de reparación de la ventana fue aproximadamente $2 pero la condena a Julio Cesar fue de 6 años. En 1996 recluido en la prisión de Kilo 8, Camagüey, fue sancionado a 3 años adicionales por “desacato” aplicado al que proteste los abusos. En 1997 otros 3 años por la misma razón. En total 12 años de presidio, paso casi toda su condena en aislamiento.
Ya en libertad, en marzo de 2014, agentes de la policía lo golpearon brutalmente en la calle dejándolo por muerto. Hoy en día no le permiten trabajar. En abril, su madre Rosaida González activista pacífica del CID fue detenida por varios días. En Holguín el represor llamado Espinosa opera con impunidad contra personas indefensas como la mamá de Julio Cesar.
EL PUEBLO CUBANO NUNCA OLVIDARA!