Los avances del ejército ucraniano en los últimos días han cambiado el panorama de la guerra que comenzó el pasado 24 de febrero con una invasión rusa a Ucrania. Lo que Vladimir Putin creyó que sería un paseo militar que si acaso duraría unas semanas, ha resultado en un verdadero desastre. En los últimos días los ucranianos han obligado al ejército ruso a huir en una forma humillante. Los vecinos de una aldea ucraniana recién liberada describieron: “Los rusos huyeron en medio del caos, disfrazados de lugareños y en bicicletas robadas”. Citados por The Washington Post.
El artículo que reproducimos fue escrito por Yana Dlugy del periódico norteamericano The New York Times. Ella es editora y escritora colaboradora del equipo de resúmenes informativos de ese periódico y ha informado desde el extranjero durante más de 20 años. Ha trabajado en Moscú para varios servicios informativos, incluyendo Newsweek y Agence France-Presse y también ha estado radicada para A.F.P. en Kiev, Oriente Medio y Europa. Actualmente vive en París.
12 de septiembre de 2022
REVÉS DE LA FORTUNA
Por Yana Dlugy
Las fuerzas ucranianas bombardearon el noreste de Ucrania ocupado por Rusia el fin de semana, expulsando a las tropas rusas de más de 1,000 millas cuadradas y reformulando completamente la guerra de seis meses en cuestión de días.
Cuando informamos sobre los primeros avances de Ucrania el viernes 9 de septiembre, la realidad sobre el terreno todavía no estaba confirmada. Pero ahora no hay duda: un estancamiento abrumador se ha transformado a favor de Ucrania, dando a Rusia su derrota más humillante desde las etapas iniciales de la guerra.
Las ganancias relámpago, que a veces parecían haber sorprendido a ambas partes, han levantado la moral en Ucrania, han dejado a los líderes de Rusia con pocas opciones buenas y han aumentado los pedidos ucranianos por más armas occidentales.
“Las fuerzas ucranianas han infligido una importante derrota en las operaciones a Rusia”, dijo el Instituto para el Estudio de la Guerra, un grupo en Washington que la da seguimiento a este conflicto.
Los avances en la región de Járkov incluyeron la recuperación de la ciudad de Izum, un centro ferroviario que ha sido un bastión militar clave para las fuerzas rusas.
El ejército ruso reconoció que sus fuerzas se habían retirado hacia el lado oriental del río Oskil, a unas 10 millas al este de Izium. Las fuerzas rusas tomaron represalias con ataques aéreos que dejaron sin electricidad, agua y dañaron infraestructura civil.
COMO SUCEDIÓ
El avance fue posible gracias a una campaña de desinformación del ejército ucraniano, que señaló a lo largo de agosto que estaba preparando un contraataque en otro lado del país, cerca de la región meridional de Kherson.
Esto llevó a Rusia a retirar tropas de otras regiones ocupadas para reforzar las líneas de defensa en el sur, y los analistas estiman que entre 15,000 y 25,000 soldados habían sido desplegados hacia el sur a mediados de agosto.
La decisión de Ucrania de hacer alarde de su contraofensiva en el sur antes de atacar en el noreste es una técnica estándar para engañar, usada por las tropas de Operaciones Especiales norteamericanas, que han estado entrenando a los ucranianos desde la anexión rusa de Crimea en 2014.
Ucrania también recibió ayuda de armas avanzadas de sus aliados occidentales y de un mayor intercambio de inteligencia con Estados Unidos, que proporcionó información sobre puestos de mando, depósitos de municiones y otros puntos clave en las líneas militares rusas.
Anteriormente en la guerra, funcionarios de inteligencia estadounidenses dijeron que a menudo tenían una mejor comprensión de los planes militares de Rusia que de los de Ucrania. Pero cuando Ucrania comenzó a planear su contraofensiva, los principales líderes en Kiev superaron su renuencia a compartir su estrategia con Estados Unidos.
Finalmente, la blitzkrieg (doctrina ofensiva alemana, guerra relámpago) parece haber ocurrido en parte debido a los persistentes problemas de moral en el ejército ruso. En la aldea de Zaliznychne, los lugareños dijeron a The Washington Post que los rusos huyeron en medio del caos, disfrazados de lugareños y en bicicletas robadas.
“Lo que realmente nos sorprende”, dijo el teniente general Yevhen Moisiuk, subcomandante en jefe de las fuerzas armadas ucranianas, a Anne Applebaum de The Atlantic en Kiev, “es que las tropas rusas no están contraatacando”.
¿QUÉ SIGUE?
En el noreste, Ucrania necesita consolidar los rápidos avances que ha logrado, dijo el Ministro de Defensa del Ucrania.
Y a pesar del amago ucraniano en el frente sur, allí continúan los intensos combates y el ejército ucraniano afirma haber recapturado casi 500 millas cuadradas en la región en los últimos días.
Miles de soldados rusos al oeste del río Dnipro parecen estar cada vez más aislados mientras los ataques ucranianos erosionan las defensas rusas y bombardean los puentes sobre el río, impidiendo el reabastecimiento a los rusos. Las tropas ucranianas también han intensificado sus esfuerzos para lograr que los soldados rusos se rindan.
Videos y audios han aparecido en los medios sociales en los últimos días con el pretexto de mostrar a soldados ucranianos instando a rendirse a los rusos por altoparlantes y respondiendo las llamadas de los soldados rusos que preguntan cómo rendirse.
El gobierno ucraniano ha restringido el acceso a los periodistas a lo largo de toda la línea del frente y la situación en el sur es particularmente difícil de evaluar. Los soldados ucranianos que combaten en Kherson han informado de feroces batallas en los últimos días.
Juntas, las dos ofensivas ucranianas han puesto al liderazgo ruso en una posición difícil. Si deja a sus tropas donde están, los ucranianos podrían presionar para recuperar la provincia de Lugansk. Si retira tropas de Kherson o del este, debilitará las posiciones allí.
El objetivo declarado de Rusia es capturar plenamente las regiones de Donetsk y Lugansk, zonas en el corazón industrial de Ucrania donde el Kremlin ha estado respaldando a los separatistas desde 2014. Los rusos capturaron Luhansk con la caída de la ciudad de Lysychansk el 3 de julio pasado.
Pero la pérdida de Izum condena a un escenario similar en Donetsk porque la ciudad era una base logística clave para las tropas rusas. Las continuas operaciones de Rusia en la región de Donetsk “han perdido así toda significación operativa real para Moscú y meramente desperdician parte del extremadamente limitado poder de combate efectivo que Rusia conserva”, dijo el Instituto para el Estudio de la Guerra.
Seguir vendiendo la guerra como un éxito al pueblo rusos y encontrar fuerzas más motivadas y capaces será difícil, dijo Jack Watling del grupo de investigación del Instituto Real de Servicios Unidos en Londres.
“La confianza ya limitada que las tropas rusas desplegadas tienen en los altos mandos militares de Rusia probablemente se deteriore aún más”, agregó la Agencia Británica de Inteligencia de Defensa.
A pesar de los avances, funcionarios del Pentágono y de la Casa Blanca instaron a la cautela y expresaron dudas sobre la capacidad de las fuerzas ucranianas para empujar a Rusia de vuelta a las líneas que existían antes de la invasión.
El ministro de Defensa de Ucrania, Oleksii Reznikov, se hizo eco de la preocupación, diciendo a The Financial Times que aunque la ofensiva había ido mejor de lo esperado, había razones para que Ucrania se preocupara, ya que tenía que aferrarse al territorio recapturado.
“Una contraofensiva libera el territorio y después de eso hay que controlarlo y estar listos para defenderlo”, dijo.
Traducción de Infocid
CubaCID.org
Deja tu comentario