A: Ministro de justicia de la República de Cuba
De: Pablo Ambrosio Guzmán, residente en calle Tercera entre 228 y 230, Jaimanitas, Playa. La Habana.
Me dirijo a usted mediante esta plataforma para denunciar lo que llamo “macabro hecho”: un padre de familia, trabajador y honesto, que se para en la puerta de su casa y es detenido y conducido a una estación de policías, humillado, olvidado y luego de varios días sacado para la calle con 7000 pesos de fianza.
Dicen que andaban en un operativo contra “el químico”, esa pandemia peor que el Covid-19 que está matando a los jóvenes, pero en vez de coger a quimiqueros me cogieron a mí, en la puerta de mi casa, me revisaron y encontraron en mi bolsillo una cuchilla de trabajo, soy electricista y es parte de mi arsenal de labor, para pelar cables y otros cortes necesarios en la electricidad. No les importó, me metieron de cabeza en un patrullero ante las reclamaciones de mi anciana madre, mi hijo y mi esposa.
No entendieron que era un padre de familia, trabajador, ni honesto. Y que la cuchilla era un instrumento de trabajo, ni que me encontraba sin camisa en la puerta de mi casa. Me llevaron para la cárcel como un criminal y bajo fianza a la espera de un juicio. ¿Es eso justicia?
Espero que usted, máximo responsable de la jurisprudencia en esta isla, llegue a conocer mi caso, pueda a reconocer la injusticia y hacer cumplir con su trabajo de servir.
DEFENSORIA DEL PUEBLO DE JAIMANITAS
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