Petición por el pueblo de Cuba
Santuario de la Virgen de la Caridad
Padre de la Caridad, Madre y Patrona de Cuba, Madre de todos los cubanos, hoy venimos a implorarte Padre por nuestra Patria. En estos días ha habido manifestaciones de decenas de miles de personas, principalmente jóvenes, pero sobre todo ha habido un reclamo de que queremos cambios, de que todos tienen derecho a expresarse. Desean una vida mejor para todos, tener esperanza, que siempre se respete a cada persona su dignidad y en sus derechos. Que seamos hermanos, que no haya violencia, que haya cambios porque son necesarios y que toda persona sea respetada.
Para que nadie sienta que tiene más derechos que los otros o que tiene la verdad en sus manos. Cuando unos se quieren poner por encima de otros, cuando no están atendiendo las opiniones de los demás, porque Cuba no es de un grupo, Cuba es de todos. Y si vamos a defender algo será el derecho de aquel que siendo pobre y no tiene poder, sin embargo ese tiene derecho a hablar y a decirte las cosas.
Lamentamos Madre que estos anhelos de estos miles de jóvenes se hayan visto truncados de manera violenta, reprimiendo pero también intimidando a todos aquellos que iban queriendo expresar una voluntad. Te pedimos por todos los jóvenes que estaban allí, su familias, que cada cubano sobretodo cada joven, porque en la Cuba del futuro ese joven tenga la esperanza de construir su propio futuro y el futuro de los demás, a formar una familia, a no tener que marcharse del país para encontrar un futuro mejor.
Te pedimos por los jóvenes que están presos ahora y te pedimos que haya misericordia. Te pedimos Madre también para que a nadie se le ocurra invitar a la violencia, para que a nadie se le ocurra proclamar la diferencia irreconciliable. A mayor autoridad mayor responsabilidad, los padres con los hijos, los gobernantes con los súbditos.
Nos duele cuando adolescentes, jovencitos casi niños uno los ha visto enfrentándose con otros jóvenes. Te pedimos para que hayan cambios, cambios necesarios, los cambios que muchos esperamos, los cambios que dan esperanza, los cambios que los obispos hemos hablado, como le dije en todas nuestras últimas cartas.
Padre, que nadie levante la mano contra el hermano, que nadie se desaliente. Los que estaban ahí tenían esperanza, los que estaban ahí tenían miedo de qué iba a pasar y miedo tenían también los jovencitos que estaban también militarizados.
Hay que dar esperanzas, vamos a pedir con Juan Pablo Segundo que Cuba se abra al mundo y Cuba al mundo, que nadie quiera aplastarnos a nosotros pero ante todo Madre que los cubanos sepamos respetarnos los unos a los otros, porque si nosotros nos respetamos entre sí el mundo nos va a respetar.
Quiero pedir por los padres, los padres quieren lo mejor para sus hijos, los padres quieren darle a sus hijos la educación según sus criterios y creencias, no quisieran que nadie más educara a sus hijos sino de la manera que ellos creen que debe ser. No más ideologías, la ideología que vale es la persona humana, esa persona hay que respetarla porque es imagen de Dios.
Madre todo esto te lo ofrecemos como te dije al principio, porque lo tengo en el corazón. La verdad puede padecer, pero la verdad nunca muere. Ayúdanos a tener la seguridad porque lo sabemos que tu Hijo siempre nos acompaña y que Tú quieres lo mejor para todos y para todos los cubanos.
Mons. Dionisio Guillermo García Ibáñez, Arzobispo de Santiago de Cuba, 19 de julio 2021.
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