Hace una semana Rubinelsis Almaguer Osorio trató de evitar que unos policías de forma violenta metieran en una patrulla a su hija, Aylín Arjona Almaguer con uno de sus jimaguas que tiene problemas del corazón. El video del atropello fue ampliamente difundido en las redes sociales y en él se escucha a Aylín gritándole a los policías: esto va para Facebook. La policía se llevó detenida Rubenelsis y entonces su esposo y su hija menor vinieron a buscarme a mi casa para que denunciara al mundo lo que estaba pasando.
Una vez liberada Rubinelsis ha grabado un video donde dice que gente se aprovechó para desacreditar la revolución por lo que me veo en la obligación de aclarar, yo no me aproveche de nada ni soy mentirosa, ellos vinieron a buscarme para que denunciara lo que les estaba pasando.
Inmediatamente que llegaran a pedirme ayuda envié al CID y otras personas en el extranjero el video del atropello contra Aylín, su hermana menor Daniela y contra Rubinelsis, madre de ambas. También denunciamos que Rubinelsis se había negado a tomar agua y a comer en su detención y que la habían tenido que llevar a un policlínico en la noche por presión alta.
Luego fui al lugar donde mal viven y le grabé a Aylín un video en el que ella explica que todo se debía a que querían desalojarlas de un local abandonado en el que habían tenido que alojarse porque no tenían donde vivir. Yo no le puse un puñal a Aylín para que dijera nada ni para que también me permitiera hacer una grabación del lugar donde están.
Cuando la señora Rubinelsis fue liberada vinieron miembros de la familia a pedirme que por favor no publicara nada más sobre ellos. Ahora aparece Rubenelsis en un video culpando a quienes se aprovecharon de la situación para desacreditar la “revolución” en la que ella confía que no la desamparará. En la grabación se ve muy nerviosa y está claro que la presionaron. Es posible que se hayan aprovechado de que el esposo de Aylín está preso, quien sabe. Lo que yo no puedo permitir es que me trate de mentirosa cuando ellos vinieron a mi casa a pedirme ayuda y con la colaboración del CID y de otros compatriotas en el exterior pudo lograrse la liberación de Rubinelsis y que hasta ahora nos las hayan sacado de local donde viven.
No me voy a asustar las amenazas que me han hecho esbirros del régimen de que me van a hacer pagar por mis denuncias. Hago responsable a esta dictadura y a sus asesinos de lo que pueda sucederme.
Por la Defensoría del Pueblo, Lucinda Gonzáles Gómez, activista del CID.
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