Cuentapropista en Plaza Marianao
A: Atención a la Población en Consejo de Estado.
De: Juan Manuel Reyes Riquene, con dirección habitual en calle 65 entre 124 y 126, Marianao, Habana.
Me dirijo a ustedes ya que la desesperación y la presión me está matando y por lo visto en las instancias a las que me he dirigido no les importa ni le interesan el destino de este pueblo ni el de los ciudadanos.
El caso es el siguiente, yo soy cuentapropista con 18 años vendiendo en la plaza de mercado de la Calzada de 51, aquí mismo en Marianao. Hasta ahora no tengo ninguna deuda con el gobierno todos mis pagos están al día, mis compañeros de trabajos que somos más de 200 en la misma plaza, pagábamos todas las mañanas 150$ sin haber comenzado aún la venta y 10$ para que recogieran la basura en la tarde. Durante estos 18 años esto es una rutina en nosotros sin contar los demás pagos de patente y el fisco.
El día 20 de mayo de este año se personó en la plaza la señora que atiende el Poder Popular a informarnos que teníamos que desalojar la plaza porque el gobierno necesitaba el local sin darnos una opción alternativa de donde cubicarnos para poder seguir buscando el sustento de nuestra familia.
Desesperados nos fuimos todos al partido municipal y pedimos una entrevista con el primer secretario, al vernos tantos en el lugar decidieron pasarnos a la sala teatro y allí se personó el secretario al que le planteamos la situación y le dijimos que estábamos de acuerdo a entregar el local pues sabíamos que no era nuestro pero no podían dejarnos en la calle.
El secretario del Partido nos dijo que teníamos razón en todo y que continuáramos trabajando que nadie nos iba a molestar hasta que se nos ubicaran en otra área.
Nos fuimos satisfechos en esa ocasión pero que ilusos fuimos, no nos dimos cuenta de que todo era una vil mentira y una manera de ganar tiempo para realmente hacer lo que ellos querían.
El dia 19 de junio de este año, el día de los padres, el gobierno nos dio un regalo inolvidable en la mañana, según íbamos llegando a la plaza nos topamos con la sorpresa de que estaba rodeada por inspectores y policías para que sacáramos las mesas y lo que teníamos dentro. Pues desde ese día estamos en la calle sin trabajo y nuestra familia padeciendo hambre y necesidad.
Aún seguimos pagando la patente pero no tenemos lugar donde vender y por ende estamos pasando hambre.
No sé de qué manera pudimos confiar en el secretario del partido de Marianao, si sabemos que en el poder está la fuerza, y ustedes tienen el poder para hacer lo que quieran.
Estoy recurriendo a ustedes como último recurso porque sinceramente les digo ya nosotros los trabajadores por cuenta propia no aguantamos más.
Sinceramente esperando que se haga justicia
Juan Manuel Reyes Riquene
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