Nuestro apoyo, admiración y respeto al Movimiento San Isidro

Por |2020-11-26T14:13:24-06:0022 noviembre, 2020|CID, Declaracion, La Nueva República|Sin comentarios

Ante el látigo del opresor, el sometimiento de los esclavos es la reacción esperada. Por eso toda acción contra una dictadura totalitaria parecería una locura.  Quizás.  Ante el peligro, el sentido común inclina al ser humano a la prudencia y ante un peligro mayor su hermano genético, el instinto de supervivencia, ordena la huida.  Por estas razones nos podrían parecer locuras las acciones de protesta del Movimiento San Isidro, un pequeño grupo de artistas e intelectuales que están en huelga de hambre en su sede en La Habana exigiendo la libertad de Denis Solís, uno de sus compañeros y también, la libertad del pueblo cubano.

 

No son locuras, por el contrario, son actos de rebeldía confrontando al pueblo cubano dentro y fuera de la Isla a asumir una actitud de confrontación contra una dictadura desprestigiada y debilitada por sus atropellos y sus errores.  Por esta razón es importante recordarle a los fatalistas, pesimistas y vencidos por la proganda castrista el pensamiento martiano: “Si no luchas ten al menos la decencia de respetar a quien sí lo hace”.

 

Quizás el MSI no logre un levantamiento popular, incluso que no reciba todo el apoyo que piden de otros movimientos opositores dentro de Cuba.  Lo primero habría que atribuirlo a que el momento del pueblo no ha llegado y lo segundo a diferencia de opiniones o a falta de capacidad de reacción inmediata. El momento del pueblo llegará y para esto hay que trabajar con planes concretos, organización nacional y constancia. Por ahora y hasta ahora, las agresiones de la dictadura contra los huelguistas del MSI son una prueba de que ese puñado de desafiantes cubanos representan un peligro para un régimen que teme que un chispazo desate en el corazón del pueblo una tormenta arrolladora.

 

Esta “locura” del MSI es una victoria porque cada acto de rebelión contra el castrismo contribuye al caudal cada vez más amplio de la persuasiva y cautivante narrativa de una Cuba libre y democrática. No todas las semillas que se lanzan al aire germinan pero algunas sí; esas son las que crecen, dan fruto y sombra a quienes continúan la lucha por la libertad y la justicia.  Denis Solís González es una de esas semillas, en el 2016 fue un humilde y valiente activista del CID convertido hoy en un personaje nacional admirado por su integridad y valor.   Por todas estas razones nuestro apoyo, admiración y respeto al Movimiento San Isidro en esta dramática hora de patriotismo y responsabilidad ciudadana.

Rogelio Matos Araluce, Yanelis Jiménez Téllez, Laura Labrada Pollán, Francisco Condis y Troyanos, Yasmani Díaz Romay, Rolando Casares Soto, Nivardo Amelo Ramírez.

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