Nuestro oficio es vender escobas y vivo en una cueva

Noviembre 6 de 2019. Yo, Armando Martínez Estrada, de 56 años de edad, vivo en la cantera la Cueva de los Indios, en Manzanillo, Granma. Nuestro oficio es vender escobas en las calles y comemos lo primero que aparezca o cuando alguien que nos brinda un plato de comida. Nuestra casa se cayó en el 2016 y el gobierno no nos quiso ayudar a resolver el problema, por eso tuvimos que irnos a vivir a esa cueva. Por el contrario el jefe del gobierno junto al jefe de sector fueron a sacarnos, pero no salimos de allí, no se cansaron de hecha basura y quemarla, echar animales muertos y hasta nos tiraban agua sucia.

Fui a ver a la delegada del CID y ellos se quejaron y nos brindaron su apoyo en la alimentación y un lugar dónde vivir. Ahora me encuentro en la misma situación, se me cayó la casa y tuve que acudir nuevamente a la Cueva de los Indios pero no demoraron en perturbarme. Otra vez apareció el jefe de sector y con sus groserías, chantaje y amenazas.

Me dijeron que fuera a quejarme con el “ada madrina” -la delegada del CID-, porque ellos me sacarían de ahí a la fuerza y que si quería una casa la levantará con los palos de las escobas y el techo de los ripios que queda de las escobas, yo les contesté que ese lugar no era de nadie, pero tarde en la noche van y prenden candela a la basura y dicen que es para que salgan las ratas.

Por Armando Martínez Estrada