OMAR ROMPIÓ LA MULTA, TIENEN MIEDO Y NO SABEN QUE HACER

Omar Suárez Campos y Rolando Cásares Soto

Este sábado 9 de octubre tuvimos una experiencia que nos demostró que los represores tienen miedo y no saben qué hacer. El viernes en la noche después de un día reparando mí casa con la ayuda del hermano de ideas Omar Suarez Campos, sentí unos dolores cólicos ya que tengo una operación y problemas de salud. Omar me acompañó al centro  Policlínico Tursios Lima ver al médico.

Regresamos alrededor de las 11 y media de la noche tratando de evadir los parques ya que hace días están militarizados con efectivos del MINIT y la FAR, ya llegando a la casa fuimos detenidos por un patrullero y un joven de la DSE que nos preguntó que hacíamos en la calle y que la cosas no estaban para andar a esa hora.   Le explicamos el motivo y después de tenernos al menos media hora preguntando por donde había sido nuestro recorrido nos custodiaron hasta nuestros domicilios,  eran como las 1:30am.

En la mañana se presentó un policía alrededor de las 9:00am para que lo acompañara a la estación de la policía de Pinar del Río, allí una capitana de instrucción penal empezó a amenazarme que era un delito lo que yo había hecho poniendo volantes para incitar al pueblo a la desobediencia y la manifestación. Que de donde yo los había sacado y que podría regresar a la prisión. Le respondí sin ningún temor que yo no necesitaba distribuir volantes porque yo era un volante en persona y ni me oculto ni callo lo que pienso a nadie.

Me respondió que me haría un acta de advertencia  y que me pondría una multa de 2000 pesos moneda nacional por violar las normas de movilidad  impuestas por el covid.   Le dije que no tenía ninguna prueba para acusarme y que esos volantes los distribuye el pueblo ejerciendo sus derechos porque no tiene otra forma y que como no encuentran a nadie nos multan a los opositores.  A Omar también lo multaron y rompió la multa delante de los oficiales.  A esta gente se le nota en la cara, en el cuerpo en la forma hasta de amenazar que tienen miedo y no saben qué hacer.

Por José Rolando Cásares Soto, miembro del Comite Ejecutivo Nacional y Coordinador de Relaciones Internacionales del CID.