¿Por qué un populista de izquierda ha triunfado en México?

Por |2018-07-02T09:05:56-06:002 julio, 2018|Otros|1 comentario

El triunfo de Andrés Manuel López Obrador, conocido como “AMLO” a la presidencia de México el domingo 1 de julio era un acontecimiento que se esperaba.  Para entenderlo en su justa dimensión reproducimos un artículo publicado por el periódico La Nación hace dos días.  Su autor, Eduardo Ulibarri, analiza las razones del triunfo que hoy se ha confirmado.  Ulibarri responde la pregunta de: ¿Por qué un populista de izquierda ha triunfado en México?  También especula sobre las consecuencias.

 

AMLO y el futuro de México

Por: Eduardo Ulibarri

 

Con su imagen de incorruptible, Andrés Manuel López Obrador es una marca a la medida para ganar. Como eventual presidente, la situación se ve muy distinta.

 

Con su imagen de incorruptible, Andrés Manuel López Obrador es una marca a la medida para ganar. Como eventual presidente, la situación se ve muy distinta.

 

A menos que todas las encuestas estén equivocadas, o que a última hora ocurra un radical un cambio de intenciones, Andrés Manuel López Obrador será elegido el domingo presidente de México. Más aún, la coalición que domina podría controlar el Congreso. Esta virtual certeza inquieta, pero no sorprende.

 

El enojo de la población toca al conjunto de la élite política mexicana, pero el gran blanco, y también instigador, es el presidente Enrique Peña Nieto.

 

Inquieta, porque los ímpetus populistas, las confusiones programáticas y la intransigencia de AMLO, como se le conoce, podrían asestar un golpe demoledor a las instituciones (de por sí débiles) y el desarrollo (errático, pero continuo) de su país. No sorprende, porque la violencia, la corrupción y la impunidad, fuentes de profundo enojo entre los mexicanos, se encargaron de abrirle camino. Un sistema electoral sin segunda vuelta, que otorga el triunfo al más votado, facilitará su tarea, aunque las últimas encuestas lo favorecen con alrededor del 50 %.

 

 

Si en mis manos estuviera, escogería a José Antonio Meade, el más competente y sin historial alguno de corrupción, pero con un pecado capital: fue postulado por el gobernante PRI. Por esto ocupa el tercer lugar, tras Ricardo Anaya, del centroderechista PAN, en coalición con el izquierdista PRD, estancado en cerca del 25 %.

 

El enojo de la población toca al conjunto de la élite política mexicana, pero el gran blanco, y también instigador, es el presidente Enrique Peña Nieto. Su gran éxito y aporte ha sido impulsar un conjunto de reformas de modernización socioeconómica (en energía, educación, telecomunicaciones y trabajo, entre otras) vitales para el progreso de México. Su gran fracaso, cercano a la maldad, reproducir, no frenar los peores vicios de corrupción y turbiedad del PRI, generar un clima de violencia recargada y cesar sus impulsos iniciales en pro del Estado de derecho. El asesinato impune de 43 estudiantes de Educación en el 2014, con complicidad de cuerpos policiales, destaca por su perversión.

 

Con su imagen de incorruptible, AMLO es una marca a la medida para ganar. Como eventual presidente, la situación se ve muy distinta. Porque si insistiera en gobernar desde el simplismo de sus propuestas, mantener sus contradicciones, desconocer los criterios técnicos y poner a su voluntarismo personal sobre las instituciones, el resultado sería catastrófico, para México y América Latina.

 

Eduardo Ulibarri es periodista, profesor universitario y diplomático. Consultor en análisis sociopolítico y estrategias de comunicación. Exembajador de Costa Rica ante las Naciones Unidas (2010-2014).  Nació en Remedios Cuba, es hijo del difunto Rogelio Ulibarri, patriota cubano que emigro a Costa Rica y fue un líder de la comunidad cubana en ese país.  Luchó contra el castrismo toda su vida dejando un legado de honestidad y lealtad a la causa de la democracia de Cuba en ese país.

Un comentario

  1. Rafael 4 julio, 2018 en 5:07 am - Responder

    Los pueblos se cansan de que los esquilmen continuamente y se cansan también de que otros siempre se coman la carne mientras ellos en la otra punta siempre royendo el hueso; el suicidio social existe de la misma manera que el suicidio personal, solo que a escala mayor.
    AMLO cumplirá algunas cosas y otras intentara hacerlas, pero tiene problemas delante de el que con las mejores intenciones no le bastan 6 años para resolverlas , pues son problemas estructurales que se vienen arrastrando por décadas dentro de un sistema de corrupción que todo el mundo critica , pero que se valen de el para resolver marrulladas a todos los niveles.
    Al final Trump tenia la razón, el muro es mucho mas necesario ahora……

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