La renuncia de Justin Trudeau — forzada por dirigentes de su propio partido — como primer ministro de Canadá, después de haber estado desde 2015 en el poder, tendrá implicaciones importantes en las relaciones entre Canadá y la dictadura castrista, especialmente si el Partido Conservador y su líder Pierre Poilivre ganan las próximas elecciones.
Durante casi 25 años dirigiendo Canadá, padre e hijo –Pierre y Justin Trudeau—tuvieron una relacion personal amistosa con Fidel y Raúl Castro. Los Trudeau adoptaron posturas diplomáticas favorables hacia el régimen en la Isla, incluso en momentos de tensiones internacionales.
Ante la muerte de Fidel Castro, Justin Trudeau lo calificó como «un líder extraordinario que sirvió a su pueblo durante casi medio siglo…Fidel Castro era un líder cuyo impacto sobrepasa nuestras vidas, que sirvió a su pueblo durante casi medio siglo». Según Trudeau, Castro fue “un revolucionario y orador legendario, Castro hizo mejoras significativas a la educación y sanidad de su isla-nación». Para Justin Trudeau fue un honor haber conocido a Raúl Castro en Cuba.
Postura de los Conservadores sobre la dictadura castrista:
El Partido Conservador de Canada ha sido históricamente crítico del régimen castrista, calificándolo de dictatorial. La Coalición Cubano Canadiense, de la que el CID es parte, tienen una relación estrecha con este partido y su dirigente Pierre Poilivre.
Si los conservadores llegan al poder, podrían adoptar políticas como sanciones económicas o una posición más crítica hacia los derechos humanos en Cuba. Esto podría enfriar las relaciones bilaterales que Justin Trudeau ha mantenido en relativa cordialidad.
Impacto en el comercio y el turismo:
Canadá es uno de los principales socios comerciales de la dictadura castrista y una fuente importante de turistas. Una política más restrictiva por parte de un gobierno conservador podría afectar el flujo turístico y las inversiones canadienses en sectores clave de la economía cubana, como el turismo y la minería.
El turismo canadiense desempeña un papel crucial en la economía de la dictadura castrista. Hasta octubre de 2024 los 780,119 turistas canadienses viajaron a la Isla, fueron el 45.4% del total de 1,717,945 turistas de otros países que visitaron Cuba. Este porcentaje de turistas canadienses a Cuba representó prácticamente la mitad del ingreso total de turistas a Cuba de esa temporada.
En perspectiva en la medida que la crisis económica aumenta en Cuba, el régimen castrista cada vez depende más del turismo canadiense. Históricamente, Canadá ha sido el principal emisor de turistas hacia Cuba. Por ejemplo, en 2019, más de 1,119,853 canadienses visitaron la isla, representando aproximadamente el 26.2% del total de llegadas de turistas ese año.
En términos de ingresos, el sector turístico es una fuente significativa de divisas para el régimen cubano. En 2019, los ingresos por turismo internacional ascendieron a aproximadamente 2,645 millones de dólares estadounidenses.
Es importante destacar que el turismo representa una parte significativa del Producto Interno Bruto (PIB) de Cuba. En 2021, el sector de viajes y turismo contribuyó con alrededor de 8,000 millones de dólares al PIB cubano, lo que refleja su importancia en la economía nacional.
En resumen, los turistas canadienses no solo constituyen una parte considerable del flujo turístico hacia Cuba, sino que también aportan significativamente a los ingresos económicos del régimen castrista, consolidando al turismo como un pilar fundamental del régimen.
Cambios en la diplomacia:
Durante el gobierno de Justin Trudeau, Canadá actuó como mediador en temas internacionales sensibles, incluyendo negociaciones con Venezuela y la dictadura castrista. Un cambio de liderazgo podría alterar esta dinámica, especialmente si el nuevo gobierno adopta una postura menos diplomática y más confrontacional.
Reacciones del régimen castrista:
El gobierno cubano podría interpretar la renuncia de Trudeau y la posible llegada de un gobierno conservador como una señal de distanciamiento. Esto podría llevar a una reducción en los intercambios culturales y diplomáticos, además de un endurecimiento en las relaciones bilaterales.
Opiniones conservadoras y su influencia:
Los conservadores han criticado abiertamente lo que consideran un acercamiento innecesario a dictaduras como la castrista. Si bien estas opiniones reflejan una parte del electorado canadiense, podrían polarizar aún más la política exterior del país. Para los sectores críticos del régimen castrista en Canadá, un cambio de liderazgo podría ser visto como una oportunidad para presionar por un enfoque más rígido.
Conclusión:
La renuncia de Justin Trudeau podría marcar un punto de inflexión en las relaciones entre Canadá y la dictadura castrista. Aunque el impacto exacto dependerá del liderazgo que lo suceda, la historia sugiere que un gobierno conservador sería menos favorable hacia el castrismo, lo que podría generar tensiones diplomáticas y económicas. Esto también plantearía desafíos para sectores canadienses que dependen de la relación actual, como el turismo y las empresas con intereses en Cuba.
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