Artemisa 21 de abril de 2019. En la mañana de este sábado, áreas del reparto Toledo de la capital de la provincia de Artemisa, se despertaron ante los disparos de algunas escopetas de cartuchos y ametralladoras AKM que, tras largos años de desuso, no se comportaron a la altura requerida. Un material obsoleto y mal conservado que solo permitió a un grupo de vecinos curiosos, percatarse del ridículo que estaban protagonizando quienes supuestamente, tendrían la difícil misión de defender al pueblo de Cuba de supuestos enemigos.
Entre la multitud de vecinos, se encontraba el opositor y dirigente del Partido Cuba Independiente y Democrática – CID – Gerardo Páez Díaz y su esposa la delegada del CID en este municipio, Mileisis Vigoa. Minutos antes de comenzar la ridícula actividad Mileisis fue abordada por Liens, capitán de la policía Nacional que funge como jefe de sector del consejo Popular Toledo, quien exigió, solo a la joven opositora, que abandonara el lugar donde incluso, se encontraban muchas más personas a las que no molestó en lo absoluto. En el acto Gerardo lo abordó y se le impuso con firmeza alegando que ni él ni nadie lo sacarían del barrio donde había nacido y mucho menos sin argumentos.
En ese momento el jefe del Comité Militar de Artemisa, ordenó a un teniente coronel del Minint que detuviera a Gerardo y lo sacara del lugar en uno de los jeep militares que se encontraban estacionados en el área, declarando que Gerardo era un contrarrevolucionario que siempre estaba provocando en cuanta actividad se realizaba. La acción espontánea de varios vecinos impidió que se llevara a cabo la detención, pues Rafael Camejo, residente del lugar se enfrentó al jefe del Comité Militar alegando que Gerardo, al igual que los otros vecinos, no estaban haciendo nada. Por su parte en una actitud mucho más airada, el ciudadano José Cuendias, la emprendió contra ambos militares, acusándolos de faltas de respeto y de creerse con la fuerza para sojuzgar a la gente. A Cuendias minutos antes lo habían conminado a abandonar el portal de su vivienda sin ninguna lógica, hecho éste que causó su indignación.
Esta maniobra se llevó a cabo sin previo aviso oficial, en un sector donde viven siete personas en estados delicados de salud, dos de ellos en estado crítico y a estas autoridades les importó bien poco llevar, bajo estas circunstancias, la ridícula e infructuosa actividad.
«Es lamentable, que antes la carencia de productos de primera necesidad que hoy padecen los cubanos de la isla, el régimen de Cuba persista en ejecutar enormes gastos innecesarios y en realizar maniobras que ya no persuaden a nadie», manifestó Páez Díaz.
Por: Carlos Suárez. CID, responsable de Información y Prensa.
Artículo de La Nueva República
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