En las elecciones del 24 de febrero de 2019 la “constitución” propuesta por el régimen solo logró el 36% de los votos, según proyección de los resultados de 516 colegios en 12provincias de Cuba, basada en los datos de 156 colegios analizados. Para ser aprobada esta propuesta tenía que tener el 50% de los votos más 1, en consecuencia la constitución no puede ser proclamada como tal. Este es el resumen del colosal fraude de la dictadura en un referendo en el que el 64% de los cubanos votaron “No”, o no votaron o anularon o dejaron en blanco su voto.
Total de votos: 9.298.277 (el 100%).
Votos “Si”: 3.347.380 (el 36%).
Votos “No” 2.603.518 (el 28%).
No votaron 2.789. 483 (el 30%).
Anulados o en blanco 557.897 (el 6 %).
Subtotal de votos “No”, anulados o en blanco y no votaron 5.950.897 (el 64%).
Para tratar de ocultar el fraude el CNE tuvo que hacer tres conteos de votos y dar tres resultados. Manipuló el padrón original y agregó 700.000 nuevos votantes. Lograron los 3.468.789 del “Si” robando 1.897.118 provenientes del “No”, más 1.339.549 de los ausentes y 232.123 de los votos nulos/blancos.
Además, no reconoció a los que no votaron como abstenciones y habla de votos válidos y no válidos, violando el artículo 137 de la Constitución que basa la votación en el total de electores, no en los votos efectivos. Artículo 137: “Si la reforma se refiere a la integración y facultades de la Asamblea Nacional del Poder Popular o de su Consejo de Estado o a derechos y deberes consagrados en la Constitución, requiere, además, la ratificación por el voto favorable de la mayoría de los ciudadanos con derecho electoral, en referendo convocado al efecto por la propia Asamblea”. Este artículo es preciso, se requiera la aprobación de “todos los ciudadanos con derecho electoral”. Por lo que quien teniendo el derecho, no vota, no es un voto inválido sino que uno que no vota lo que se propone.
El gobierno fabricó autoritariamente la constitución, manipuló las discusiones, impidió la publicación en la prensa de otros criterios, elaboró un proyecto que después cambió, impidió campañas opositoras sobre la constitución y el referendo y reprimió, intimidó y detuvo a los adversarios. Por estas razones se demostró que, mientras no se respeten los derechos civiles y políticos fundamentales del pueblo, las libertades de expresión, asociación, elección y actividad económica, no existirán las condiciones para ejercicios democráticos.
*Pedro Campos, historiador, politólogo, ex miembro del Partido Comunista y del cuerpo diplomático de Cuba.
Deja tu comentario