En Cuba cada año hay menos cabezas de ganado respecto al año anterior

Por |2018-07-04T23:55:50-06:004 julio, 2018|Agricultura, Ganadería y Pesca, Economía|Sin comentarios

La Oficina Nacional de Estadísticas e Información arroja que en el período de 2011 a 2016, en la provincia Pinar del Río, «cada año hay menos cabezas de ganado respecto al año anterior», hecho que califica de «comportamiento ‘incomprensible’, si se tiene en cuenta que en ese mismo período fueron entregadas en usufructo para la ganadería, en este territorio, más de 24.400 hectáreas». Añade que en 2016 —aun cuando se consideró un año favorable en cuanto a las lluvias—, «se reportaron 2.516 muertes por desnutrición y 1.444 por accidentes, dos causas que a nivel internacional no se conciben como factores que afectan la masa ganadera».

 

El consumo de la carne de res sigue siendo una meta inalcanzable para la gran mayoría de los cubanos y muchos pagan años de prisión por la codiciada carne. Los cubanos aún se preguntan cuál es la verdadera causa del porque no pueden disfrutar de un alimento tan nutritivo que un dia el demente de Fidel Castro lo quiso sustituir por la famosa moringa.

 

En Cuba desde que al “más inteligente” Castro I se le ocurrió sustituir la cría intensiva de ganado por la extensiva, la producción de carne y leche decreció por cada año, siendo el pueblo el mayor perjudicado de tan demente experimento.

 

En Cuba, cuando éramos colonia de España hubo un tiempo que el ganado bovino constituyó la principal actividad económica de Cuba hasta que fue desplazada por la producción tabacalera. Durante la república, la producción de carne y de leche bovina creció de forma sostenida. Según el censo de 1946, había 4.116.000 cabezas de ganado vacuno para una población que no superaba los 5,5 millones de personas. Debido a este crecimiento se instalaron varias fábricas, cubanas y extranjeras, para fabricar productos derivados de la leche, como la empresa suiza Nestlé.

 

Gracias a ese desarrollo la ganadería y sus derivados constituyeron fuentes importantes de ingreso de la economía nacional. Ya en 1958, el número de cabezas de ganado bovino por habitante se elevó de 0,74 a 1,0, es decir, una cabeza de ganado per cápita. Si después del triunfo de la mal llamada revolución, los que arrasaron con la economía cubana hubiesen sido capaz de sostener ese ritmo de crecimiento, hoy Cuba contaría con más de 11 millones de cabezas de ganado. Sin embargo, el Control Nacional de Registro Pecuario en 1967 reportó algo más de siete millones, cuando la población ya era de 8,2 millones. Solamente en los primeros ocho años de revolución se descendió de 1,0 a 0,87 cabezas por habitante.

 

Según datos ofrecidos, al cierre de 2010 el ganado vacuno tenía 3.992.500 cabezas. La cifra, para una población de 11,2 millones, arroja cerca de 0,36 cabezas de ganado por habitante, la peor en los últimos 100 años.

 

Por otra parte, el incremento del hurto y sacrificio de ganado mayor, fenómeno al que el cubano se ha visto obligado a recurrir, aunque por ello tenga que ir 8 años a prisión, ha sido un problema que las autoridades no han podido resolver y la cifra crecen año tras año; un cuadro que no existía en la época anterior a 1959, cuando el productor tenía toda la libertad para disponer de sus animales, el consumo no estaba racionado, ni ocurría el sacrificio ilegal de forma generalizada. Ahora el país invierte cada año sumas millonarias para comprar en el exterior lo que se producía y se puede producir en Cuba, siendo aún muy insuficiente para calmar el hambre de la población.

 

El pueblo tiene que reconocer que las principales causas del porque no pueden disfrutar de tan importante alimento, fueron el rumbo a partir de 1959 hacia una economía centralizada y controlada por el estado. La estatización, el voluntarismo, la falta de libertades impuestas a la fuerza por un sistema comunista que empobrece y extermina los sueños de progreso de cualquier sociedad. implantado por el mismo hombre que un dia quiso sustituir la carne de res por unas hojas de moringa. Estas son las principales causas del hambre y la miseria en que viven la gran mayoría del pueblo cubano. Esta es la verdadera causa.

Por Rolando Pupo Carralero, presidente nacional del CID

 

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