¿FUE SABOTAJE EL INCENDIO EN MOA?

Este 18 de noviembre las noticias sobre un incendio en Moa, Holguín, de un edificio de ocho apartamentos no explican que el edificio fue construido de una espuma inflamable que una vez que coge fuego no hay quien la apague. Se llaman “las viviendas checas”, otra de las novedades del fidelismo. Fueron construidas para los trabajadores de alto nivel de la Empresa de Níquel Comandante Ernesto Che Guevara en un barrio de lujo, habitado por ingenieros y administradores etc. Cubanos que viajaban fuera de Cuba, ganaban bueno salarios, recibían entrenamiento en Canadá, etc.

En Moa, años atrás otro incendio tan voraz como este destruyó los alojamientos, construidos con el mismo material de espuma, de más de 200 chilenos que habían venido a trabajar a Cuba. No quedó nada como ahora y en aquel caso se descubrió que había sido el sabotaje de un trabajador descontento quien fue debidamente identificado.

En este reciente incendio la causa pudo haber sido también un sabotaje pero eso no se menciona. Se dice que fue un cortocircuito aunque vecinos de Moa no se explican cómo pudo ser un problema eléctrico cuando en ese momento no había electricidad. No se dice que en esos apartamentos hubieran balitas de gas, ya que debido a su nivel económico, quienes allí vivían usaban gas licuado. Otra hipótesis, inventada en el aire, es que el fuego se inició en un apartamento en el que no había nadie.

Como se desprende de la información pública, el incendio fue de grandes proporciones y no quedó nada. Uno se pregunta si al no quedar nada, las llamas no tenían más que destruir y se extinguió. En cuyo caso los bomberos y trabajadores del níquel lo que hicieron fue apagar las brasas que quedaron, sin que esto les quite mérito. Por las fotos no se ve un equipamiento de apaga incendios moderno ni se explica porque la edificación ardió tan rápido y se destruyó completamente.

La dictadura ha acudido al pueblo para que ayuden a los damnificados. Nos parece una maniobra demagógica porque en Cuba el pueblo tiene más hambre que recursos. Además, en estos casos se supone que quien tiene que reponer lo perdido, si fue un cortocircuito es el régimen y si no lo fue también. La compañía extranjera que se beneficia de los minerales extraídos en Moa, debía igualmente ayudar a estas familias, que a lo mejor son muy pobres pero a lo mejor no lo son.