LA POLĺTICA DE ESTADOS UNIDOS NECESITA UN REINICIO, por Jaime Suchlicki

Jaime Suchlicki

Este artículo del Director del Instituto de Estudios Cubanos, Jaime Suchlicki, plantea una serie de medidas que debe tomar el gobierno de Estados Unidos ante la ineficacia de la política norteamericana para ayudar al restablecimiento de una democracia en Cuba. Es también una alerta a quienes confían que una revuelta popular pacífica en la Isla, sin ayuda exterior, pueda triunfar. Los fracasos de tal escenario en Venezuela, Nicaragua y Birmania no parecen alentadores. Una de las recomendaciones del profesorSuchlicki ha sido refutada por Frank Calzón en ¿Dará Estados Unidos armas a los cubanos para derrocar al régimen?, publicado por 14ymedio. Cuba independiente y Democrática (CID) considera que ambos puntos de vista deben ser conocidos por el pueblo en la Isla. Del análisis de estos planteamientos pueden aparecer ideas prácticas.

Denle armas y entrenamiento militar a la oposición cubana

Por primera vez en 60 años, hay evidencia de una creciente oposición en Cuba contra el régimen heredado de la era de Castro.

Los cubanos han abandonado la política de esperar a que el régimen proporcione un cambio «desde arriba». Ahora buscan el cambio «desde abajo».

La revuelta popular a nivel nacional del 11 de julio, y las manifestaciones abortadas de este mes, son claros indicios de una población movilizada que pierde el miedo y de un régimen incapaz o poco dispuesto a ofrecer una respuesta que no sea la represión violenta.

Los Estados Unidos y otras naciones occidentales deben tomar nota de estos acontecimientos. La situación cubana no mejorará en 2022 ni más allá. La violencia, la migración y la participación de Rusia y China en la isla aumentarán. La parálisis política de la administración estadounidense debe convertirse en una política activa para acelerar el fin de la dictadura cubana.

Pero esto es lo que no funcionará:

Las crecientes presiones económicas no traerán el colapso del régimen. La administración económica del general Luis Alberto Rodríguez López-Callejas es suficiente para sostener a los militares y al aparato represivo. Las exportaciones médicas, la ayuda de Venezuela y otros aliados, las remesas y el turismo, las exportaciones de productos cubanos, principalmente níquel, son suficientes para mantener a flote el complejo militar -pero no lo suficiente para satisfacer las necesidades y expectativas de la población cubana.

Es poco probable que la ayuda económica y el comercio funcionen en el futuro. Después de todo, no han traído ninguna concesión del gobierno cubano en el pasado.

Por lo tanto, el gobierno de Estados Unidos se queda con ignorar a Cuba como una «tuerca difícil de quebrar» o comenzar una serie de opciones de política para socavar el régimen y acelerar su desaparición.

Esto es lo que podría funcionar:

Aumentar el acceso de los cubanos a Internet y a la información del extranjero. Contamos con la tecnología necesaria para alcanzar estos objetivos. Pero necesitamos la voluntad y el compromiso a largo plazo para implementar esta política.

Sigue movilizando amigos y aliados para apoyar a la creciente oposición en la isla. Reconocer y alimentar esta oposición, proporcionándoles información y literatura, alentándolos a trabajar juntos y denunciando las continuas violaciones de los derechos humanos.

Proporcionar a la oposición entrenamiento militar y armas. Lo más probable es que el fin del régimen cubano se produzca como resultado de una violenta oposición envalentonada por la ayuda militar de Estados Unidos y otros aliados. Las protestas pacíficas solo funcionarán temporalmente. Cuba no es India, y el régimen cubano no es Gran Bretaña. Los cubanos no son una población hindú dispuesta a sacrificarse por largos años para lograr un resultado incierto.

El «genio» de la oposición y la rebelión está fuera de la botella. Los cubanos están presionando por el cambio, y no están dispuestos a esperar indefinidamente.

Jaime Suchlicki es Director del Instituto de Estudios Cubanos, CSI, un grupo de investigación sin fines de lucro en Coral Gables, FL. Es el autor de Cuba: De Colón a Castro y más allá, ahora en su quinta edición; México: de Montezuma al ascenso del PAN, 2ª edición, y de la recientemente publicada Breve Historia de Cuba.