Si no tienes cuatro pesos y no los sueltas no te dan nada, son mentirosos, cínicos y desconsiderados

Leovigilda Oliva Carabeo reside en  el km 42  Carretera a Luis Lazo, poblado San Carlos, Sumidero, municipio Minas de Matahambre, Provincia de Pinar del Río: Soy madre soltera, tengo dos hijos, uno de  12 y  otro de 19 años.  El menor  tiene retraso mental y el otro labora en el campo ya que es el único sustento que tenemos para llevar algún alimento a la mesa. Hace 17 años mi humilde casita se derrumbó, era de tablas de palma y techo de guano, piso de tierra, sin servicio sanitario ni agua potable. Los directivos de la vivienda en el municipio y en la provincia me han engañado mucho, dicen de darme  recursos y todo es mentira, lo que hacen es engañarme y burlarse de mí. Si no tienes cuatro pesos y no los sueltas no te dan nada, son unos mentirosos, cínicos, desconsiderados.

 

Con el derrumbe de mi vivienda pasamos a vivir a la casa de mis padres, ellos son campesinos que hoy están jubilados y la difícil situación económica que atravesamos no les permite a ellos hacer otra cosa que abrigarnos bajo su techo. Mis hijos y yo andamos recogiendo lo que sea, un trozo de fibra votada, un palo, lo que sea, para poder hacer mi casita porque este gobierno no me ayuda en nada. Sin poder he tenido  que comprar algunos pinos para ponerlos de solera y clavos.

 

 

José David Mena Corvo  quien se desempeña como Delegado del Poder Popular no ha querido ayudarme, me engaña como le da la gana, me dice que  resolverá  cemento y unas fibras prietas de esas de cartón y no ha hecho nada, se escuda tras falsas promesas diciendo que hoy, que  mañana y todo es mentiras. Al parecer las fibras valen mucho dinero y si no sueltas el dinero para adelante no te resuelven nada, yo soy un caso social y no puedo hacer más de lo que hago.

 

Tienes que adular para que te ayuden, yo seré pobre pero tengo dignidad, eso no lo haré nunca. Siempre es la misma historia, la misma mentira, el mismo engaño. Aquí se vive muy mal y se pasa mucho trabajo, todo lo que brilla no es oro. ¿Qué tiempo tendremos que esperar mis hijos y yo para tener nuestra casita? ¿Por qué nos engañan siempre?

 

Por la Defensoría del Pueblo  Ezequiel Pérez, Reinier Torres y Roberto Blanco Gil.

La Nueva República

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